Santi Cazorla recibe un cálido homenaje de la afición y del Villarreal en su regreso a La Cerámica

La Agrupació de Penyes del Villarreal (APV) rindió este jueves un emotivo homenaje a uno de los históricos del fútbol contemporáneo del Villarreal CF, el veterano centrocampista asturiano Santiago Cazorla González. A sus 39 años da sus últimos vuelos con el segundo de los clubes de su vida: el Real Oviedo. Los dos equipos posaron en el campo tras un faldón donde se podía leer. No jugó ayer por lesión, pero sí que viajó para visitar su segundo hogar, en una cita muy especial para él. Fue homenajeado y después siguió el partido en el palco junto a su amigo y excompañero Héctor Font.

De muy joven abandonó su tierra para aterrizar por Vila-real para curtirse como futbolista. Él, junto a Bruno Soriano, fueron de los primeros frutos que dio esa bien cuidada cantera del Villarreal. Talentoso futbolista, muy dinámico, que apenas tardó tiempo en forjarse. Salió para adquirir experiencia en el Recreativo de Huelva (2006/07). Y de regreso a la escuadra de la Plana se afianzó y fue titular indiscutible, llegando también a la internacionalidad. Muy querido por todos por su simpatía y también su cercanía. Dejó el Villarreal para emprender nuevos retos. Del Málaga hizo las maletas para triunfar en el Arsenal donde en esas seis campañas también llegó a triunfar.

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De vuelta a casa

De regreso a España, el asturiano tuvo dos temporadas en la escuadra vila-realense, aunque las últimas lesiones ya le dejaron bastante mermado. No quería colgar las botas no sin antes defender el escudo del Real Oviedo, ese con el que lleva disputados ocho partidos, aunque ayer no pudo jugar debido a una lesión.

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Cazorla disputó 215 partidos oficiales con la escuadra vila-realense en tres etapas, y en su historial 460 partidos repartidos entre el propio Villarreal, Recreativo de Huelva, Málaga, Arsenal (donde estuvo seis temporadas), de regreso al Villarreal (2018/19) y ahora en el Real Oviedo. Una pancarta rezaba ayer en el Estadio de la Cerámica: «Gracias, mago». Santi Cazorla se llevó un detalle de la APV, un ramo de flores y una bufanda, así como una insignia que le entregó Fernando Roig.