La crónica | El Villarreal da un zarpazo hacia Europa en el Villamarín (2-3)

Pese a ver cómo su rival se adelantaba por dos veces, con errores propios en defensa y la enésima ayuda del VAR de la presente temporada, el Submarino demostró que lo de Marsella fue solo un mal día, una pesadilla, porque este domingo en pleno corazón de Heliópolis encadenó su octavo partido consecutivo sin perder en LaLiga y su tercera victoria seguida para situarse a 7 puntos de los béticos (7º) y a 8 de la Real Sociedad (6º).

Marcelino García Toral tenía muy claro que el equipo necesitaba una vuelca de tuerca con relación al desastre de Marsella. Por eso mismo, el preparador amarillo buscó darle normalidad al once pese a la dificultad del Real Betis cuando juega de local.

Hasta seis cambios en el once introdujo el míster. Además de Jörgensen en portería, volvió a utilizar dos laterales puros en defensa, con la reaparición de Femenía por la derecha, tras dejar atrás su virus, y Alberto Moreno, sevillano y sevillista, por la izquierda.

Buscó mayor control en la medular con Dani Parejo en el doble pivote junto a Santi Comesaña, con el burkinés Bertrand Traoré y Álex Baena por las bandas e introduciendo a Alexander Sorloth junto a Getard Moreno en ataque.

Un arranque muy frío

Pero el inicio del encuentro, al contrario a lo esperado, no fue el deseado. El Villarreal se mostró muy frío la primera hora de juego. Ni Comesaña ni Parejo podían adueñarse de la parcelan medular, con una fuerte presión del Betis que bloqueó las vías de pase de los amarillos, ya que ni los centrocampistas ni los defensas podían conectar ni con los extremos ni con los puntas.

Espoleado por su espectacular afición, el conjunto del exgroguet Manuel Pellegrini intentaba encerrar en su propia parcela a los de la Plana Baixa, aunque tan solo generaban peligro a balón parado.

Con sufrimiento, pero sin recibir ocasiones ni inquietar a Filip Jörgensen, los de Marcelino iban aguantando el chaparrón bético en busca de la calma.

Una calma que no llegó hasta que los verdiblancos marcaron. Sin apenas generar peligro, a excepción de algunos «uuuys», los locales aprovecharon un error de Mandi en el despeje de cabeza de una falta lateral para adelantarse con gol de Guido Rodríguez.

Justo se cumplía la media hora de juego y de nuevo a balón parado y en un fallo individual el Submarino ponía en bandeja un gol al conjunto rival, algo que se repite a lo largo de la temporada.

Con el 1-0 el Betis bajó los decibelios y la intensidad, como era normal, lo que aprovecharon los de Marcelino para dar un paso al frente. La medular comenzó a funcionar, Gerard dio un paso al frente y el Villarreal encontró en Bertrand Traoré y Álex Baena en sus dos puñales por banda.

Goles y polémica

Y diez minutos después, en el 40, el propio Gerard Moreno se inventaba un pase sutil entre líneas a Sorloth, que lo dejaba solo ante Rui Silva, decidiendo dar el pase de la muerte a Baena, que la empujó para empatar.

Con el 1-1 parecía que los dos equipos se conformarían con dicho marcador antes del descanso, pero el VAR volvió a hacer de las suyas en contra del Villarreal, por enésima vez en la temporada.

Con el tiempo cumplido, en una acción por banda, el castellonense Pablo Fornals llegaba a línea de fondo para centrar, con el gol claramente fuera del campo (ver imagen de la izquierda) y Willian José fusilaba a Jörgensen tras resbalón de Bailly (otro regalo defensivo): 2-1 marcado por la decisión del VAR de validar la jugada, ante la indignación amarilla.

Con mal cuerpo se marchaba el Submarino a los vestuarios, aunque rápidamente el combinado groguet iba a igualar el choque. Nuevamente Gerard Moreno protagonizó una acción en cuyo intento de pase al área a Sorloth, el central local Sokratis se marcaba en su propia portería. Era el minuto 48: 2-2, justicia y toda la segunda parte por disputarse.

Locura colectiva

Con la igualada, el duelo entró en una fase de locura colectiva. Jörgensen hacía una doble parada milagrosa para evitar el 3-2 en el 65’ y, acto seguido, dicha acción derivó en el 2-3 gracias a una jugada magistral de Gerard Moreno, que dejaba solo a Sorloth, que fusilaba a Rui Silva y enmudecía a todo el Villamarín.

Quedaba media hora, contando el descuento, de sufrimiento, y el Villarreal supo sufrir. En medio de dicha locura, Hernández Hernández, el colegiado protagonista del partido, expulsó a Alberto Moreno y Chimy Ávila.

Y en el diez contra diez el Submarino supo navegar para lograr su tercera victoria consecutiva y comenzar a mirar a Europa.