El Villarreal, de un casi milagro... a otro (que ya hizo en 2007) para volver a jugar en Europa

Todavía bajo los ecos del partidazo ante el Olympique de Marsella, con ese rictus en la cara que refleja la alegría por el buen rato vivido y a la vez lo cerca que estuvo de lograr algo no grande, sino grandioso, el Villarreal CF, enfoca su único camino hacia Europa que el queda, el que deberá recorrer hasta el final, a un ritmo vertiginoso, para poder disfrutar de ambientes como el del jueves en el Estadio de la Cerámica (aunque sea en la Conference).

Ahora, todo queda reducido a ganar, ganar y volver a ganar. Son 10 jornadas, 30 puntos, para recortar los ocho que le lleva la Real Sociedad (ahora sexta) o los siete del Betis, que es séptimo. Este puesto puede dar el pasaporte a la tercera competición ordinal de la UEFA, pero queda supeditada al triunfo del Athletic Club en la final de la Copa del Rey (6 de abril, en La Cartuja de Sevilla) contra el Mallorca, pues los bilbaínos, incluso, tienen opciones de regresar a la Champions (si es que no disputan la propia Europa League). 

Toca una proeza. Otra heroicidad, aunque no a 90 (o 120 minutos) como lo era levantarle un 4-0 al OM. Del esprint al maratón. Igualmente, es una empresa respaldada por un porcentaje de éxito reducido, pero también lo era lo del jueves y aún después del 3-0 en el minuto 85, el Submarino tuvo más de una opción para haber devuelto la eliminatoria ante los marselleses al punto de partida.

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Otro buen recuerdo

El Villarreal, que suma ocho jornadas sin perder y tres victorias consecutivas, se mira en el espejo del 2007. Entonces, el conjunto dirigido por Manuel Pellegrini cayó con estrépito en Getafe, en la jornada 30ª (15 de abril). Era 12º (un puesto incluso por debajo del actual Submarino), con lo que estaba a nueve puntos del séptimo (clasificaba para la prehistórica Intertoto) y a 12 del sexto (valedero para la desaparecida Copa de la UEFA).

Con todo, y contra pronóstico, los amarillos firmaban su mejor racha de triunfos consecutivos en su etapa en la élite. Sucesivamente, Barcelona (2-0),Gimnàstic (0-3), Celta (1-0), Osasuna (1-4), Racing de Santander (2-1), Valencia (2-3), Athletic Club (3-1) y Sevilla (0-1) se convirtieron en víctimas de los Robert Pirès, Nihat Kahveci, Guille Franco, Cani y compañía, para escalar hasta la quinta posición incluso, sobrándole dos puntos y quedándose a solo cuatro haber disputado la previa de la Champions. En aquella aventura, el Zenit San Petersburgo (a la postre campeón), en dieciseisavos, puso fin a la trayectoria, después de ganar los dos partidos de la previa al BATE Borisov y ser líder un grupo con Fiorentina, AEK Atenas, Elfsborg y Mladá Boleslav (cediendo apenas un empate).

Por ahora, el Villarreal está lejos de ese registro, pero son tres triunfos seguidos. Y, en esa racha de ocho jornadas sin perder, los de Marcelino García han ganado, a domicilio además, a tres conjuntos europeos: Barcelona (3-5), Real Sociedad (1-3) y Betis (2-3).

¿Será el Valencia el cuarto?

El conjunto che aspira a lo mismo que el Villarreal, cinco puntos por debajo, aunque los de Rubén Baraja tienen pendiente el encuentro en Granada, suspendido por el gravísimo incendio de Campanar.

El vestuario sí cree

De las estadísticas del pasado a las sensaciones del presente. Y de la misma manera que la plantilla amarilla sí creía en la machada de neutralizar el 4-0 del Olympique de Marsella, piensa que es posible esa nueva demostración de fútbol.

Étienne Capoue se quedaba con lo bueno del 3-1: «Cuando estamos así de enchufados, muy concentrados y yendo adelante con cabeza, podemos hacer grandes cosas». «Era una misión muy complicada, pero cuando jugamos así, somos muy buenos», constató el hombre que puso los cimientos del, a la postre, intento de voltear el 4-0 del Vélodrome. «Entrar en Europa, ese es el plan», prosiguió el galo. «Podemos hacerlo: físicamente estamos bien, este es el camino», profundizó. «El míster ha traído su granito de arena; y nosotros lo seguimos y vamos a tope», señaló Capoue.

Yerson Mosquera, el autor del gol que hizo soñar, en ese momento sí, ya completamente despiertos, de que remontar el 4-0 era posible, hablaba, después del recordado encuentro de las «segundas oportunidades que te da el fútbol». «Nos da también la motivación y el pulso de que tenemos un gran equipo para seguir progresando en la liga», añadía el central. «Tengo la certeza de que cada uno va a luchar en cada partido que nos queda», deslizó el internacional colombiano.