VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal se aferra a Europa (1-2)

Un gol de Sorloth en el tiempo de prolongación noquea al Almería y acerca al Submarino a seis puntos de la séptima plaza

Akhomach y Lozano habían marcado antes en un encuentro tedioso que se decidió al final 

Los jugadores del Villarreal celebran el gol de Ilias.

Los jugadores del Villarreal celebran el gol de Ilias. / EFE

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Un gol de Sorloth en el tiempo de descuento noqueó al Almería y alimenta el sueño europeo del Villarreal, que se instala a seis puntos del séptimo a falta de seis jornadas para la conclusión. Sobre la hora, el delantero noruego remató a la red un centro de Alberto Moreno, buscó una cámara de televisión y celebró el 1-2 con la emoción propia de un padre primerizo. Su hija Emma había nacido unas horas antes. No podría haber mejor regalo para un goleador.

Toda la emoción que tuvo el festejo faltó en el resto del partido. No existe en el fútbol un tipo de partido más desagradecido que el que debía afrontar el Villarreal en Almería. El típico partido que puede parecer sencillo, pero no lo es en absoluto. El típico partido que si ganas nadie va a valorar de veras, porque el triunfo se podría dar por hecho por la diferencia clasificatoria. Y el típico partido que si pierdes te van a crujir, porque en las derrotas los argumentos siempre suenan a excusas, a palabras vacías.

El típico partido que no pasará a la Historia, salvo catástrofe. Lo mejor que puede hacer un equipo en estos casos es ganar y dejar que los demás piensen que fue un trámite. Pero no lo fue. Diga lo que diga la tabla, los resultados también dicen que en el campo del Almería se dejaron puntos prácticamente todos los equipos que pelean por las plazas europeas. Nadie regala nada, y menos en Primera.

Coquelin busca dar un pase.

Coquelin busca dar un pase. / VILLARREAL CF

Virtualmente descendido, el Almería salió a jugar con alegría y sin cadenas. De entrada acaparó la pelota y generó las primeras ocasiones. Avisó Lozano con un tiro cruzado en el minuto 2, y Jorgensen atajó en el 5’ un centro de Robertone que botó envenenado.

Cuando el Villarreal se estiró, fue todavía peor. Baena, pitado por algún tipo de conflicto entre Roquetas y Almería que al resto del mundo se nos escapa, dejó sin atar un par de intentos de ataque, y el Almería castigó la lentitud en los repliegues. Siguieron los avisos, esta vez con dos intentos de Marc Pubill; y dos sustos grandes: Lozano perdonó de volea tras un error de Mandi y Viera cabeceó alto un remate franco en el área.

La impresión es que el Almería , tanto mascando en posicional como corriendo en transición, creaba peligro demasiado fácil. El Submarino parecía confiar el vuelco a hilvanar la aguja en el momento preciso. Anduvo cerca Baena en el minuto 19. Mosquera aclaró la salida con clase y lo encontró entre líneas, pero el disparo raso de Baena se marchó cerca del poste.

Al poco, a la segunda, el Villarreal hizo diana. El 0-1 fue el broche a una preciosa jugada colectiva. Sorloth hizo de ancla, Baena enganchó donde debía, Pedraza estiró la lona y Akhomach clavó el arpón a placer, ocupando el área desde segunda línea. Un golazo. Una maravilla.

El Choco Lozano celebra el 1-1.

El Choco Lozano celebra el 1-1. / EFE

En otras circunstancias, sería la clásica secuencia que revienta el ánimo de un equipo en apuros, como el Almería. Pero si hay alguna ventaja de estar de antemano en la lona, es que ya no te pueden tumbar. Así que con el 0-1 el Almería siguió igual que con el 0-0. Asido a la varita de Viera, enseguida retomó el camino. Volvió a perdonar Baptistao en el minuto 28, tras una ruleta en el área; y alcanzó el empate en el 30’, cuando un centro de Pubill se complicó al tocar en la espalda de Pedraza, y Lozano le ganó la disputa a Femenía.

El resultado volvió entonces al empate, pero el juego ya había pasado de pantalla, con el Villarreal dueño del mismo. Terminó el tiempo merodeando el gol (casi en un centro de Pedraza a la cabeza de Sorloth, casi en una contra de Akhomach que incluyó fantasía, casi en un pase de la muerte que no embocó Gerard), con la excepción de otra advertencia de Viera que repelió Mosquera a quemarropa.

La segunda parte

La segunda parte asomó entonces como una manzana fresca: lista para quien tuviera más ganas de darle un mordisco. De inicio se repitió la película: el Villarreal falto tensión, incomodísimo, Baptistao tirándolas fuera y Jorgensen frenando a Viera. Con todo, la mejor ocasión de este tramo la tuvo Sorloth, que se resbaló al entrar en el área en el momento del golpeo. Le había asistido Baena, que a la hora de juego retrasó su posición al eje, donde Parejo, con la entrada de Guedes al terreno de juego.

También se había acabado la gasolina de Pedraza. Consecuencia de ello o no, el Villarreal se desajustó. El Almería retomó el mando y abundó en su inocencia en el área, con nuevas opciones sin colmillo para Lozano, Viera y el recién ingresado Ramazani.

Entre errores y cambios avanzó el minutero esperando un vuelco. Y tardó pero llegó. En el tiempo de descuento, Alberto Moreno hizo de Pedraza y Sorloth marcó un gol que no olvidará. 

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