El fallecimiento de dos corredores a causa de problemas cardiacos en el Maratón Vías Verdes Ojos Negros celebrado el pasado domingo en Navajas ha puesto el foco sobre las medidas preventivas para evitar este tipo de muertes.

Un posible modelo a seguir es el que se aplica en el Alcudia de Veo Trail, cuya cuarta edición se celebró precisamente el último sábado. Esta prueba no es desde luego para todos los públicos, ya que sus 43,5 kilómetros y casi 3.000 metros de desnivel positivo lo convierten en un maratón de montaña solo apto para corredores experimentados.

Los organizadores, el Club Deportivo Alcudia de Veo Team, recuerdan que en la primera edición tuvieron un buen susto, puesto que uno de los participantes acabó en la UVI por deshidratación extrema, aunque finalmente sin consecuencias. Así, explican que “participó gente que no estaba acostumbrada a estas distancias”, por lo que decidieron ponerlo todo de su parte para evitar nuevos incidentes.

La prueba se ha convertido en pionera al pedir a los participantes un pasaporte de salud que certifique que están en condiciones de realizar la carrera. El responsable de esta iniciativa es Darío Sanmiguel Cervera, cardiólogo y ultrafondista que forma parte del Consejo Asesor Científico de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada.Sanmiguel explica que “optamos por un modelo preventivo y pedimos a quienes quieren participar en la carrera un certificado de salud, según un modelo específico para descartar la muerte súbita por problemas cardiacos”. Para ello un médico de cabecera debe cumplimentar el cuestionario que aparece en la web de la prueba, y que incluye preguntas sobre antecedentes familiares de problemas cardíacos, así como posibles alergias, si el corredor toma algún medicamento, etc.

A esto se suma un electrocardiograma reciente, de menos de un año, y un cuestionario anónimo sobre cómo entrenan y si usan pulsómetro, el número de veces que han participado en una carrera similar o si saben realizar maniobras de reanimación.

En función de los resultados a veces piden más pruebas. “Si al corredor se le ha detectado un soplo, pedimos una ecografía, y si tiene más de 35 años y al menos un factor de riesgo cardiovascular (antecedentes, hipertensión, tabaquismo...) recomendamos una prueba de esfuerzo”, explican.

En una carrera de vocación minoritaria, con unos 150 participantes, el pasado año detectaron problemas valvulares leves en dos atletas que acabaron corriendo, y graves en un corredor que descartó su participación de mutuo acuerdo con la organización.

Este año se han admitido todas las peticiones, si bien el 50% de los atletas ya corrieron hace un año, por lo que solo hacía falta actualizar la información con un nuevo electrocardiograma.

Sanmiguel señala que gracias a estos datos “en la carrera tenemos información en tiempo real de todos los corredores”. Además, él, como médico oficial, se sitúa en un punto central del recorrido, que es circular, “por lo que puedo llegar en el mismo tiempo hasta cualquier punto donde hubiera una incidencia y estabilizar a un herido antes de la llegada de los bomberos”. Así, recordó que “hablamos de una prueba de montaña, donde es más complicado actuar que en una ciudad, y eso también hay que tenerlo previsto”. H