Las labores de prevención y la rápida respuesta de los efectivos del Consorcio provincial de Bomberos han hecho posible que, pese a las desfavorables condiciones climáticas de estos meses de verano, la superficie afectada por los 171 incendios registrados en la provincia en este periodo se limite a 221 hectáreas, con una superficie media afectada por incendio de 1,2 hectáreas. Hay que tener en cuenta que el riesgo era alto al tratarse de uno de los años más secos de la última década.

Cabe señalar que el siniestro más grave de esta temporada se produjo a finales de julio en en la Vall d’Uixó, donde quedaron calcinadas cerca de 170 hectáreas. A día de hoy el dispositivo que coordina el Consorcio provincial de Bomberos cuenta con un operativo de 730 efectivos humanos entre bomberos, brigadas, técnicos, coordinadores y protección civil. H