Expectantes por ver qué decide el nuevo gobierno de la Generalitat sobre la Ley de Ordenación y Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) en la Comunitat a partir del próximo curso. Seis de cada 10 estudiantes de Castellón volverán al cole en septiembre bajo el paraguas de la ley Wert y, cuando acaban de empezar las vacaciones, las familias, directores y profesores están “a la espera de ver cómo, el nuevo Consell de Ximo Puig minimizará sus efectos”, tal y como prometió el PSPV y sus socios de Compromís entre los ejes educativos de su nueva política de los ciudadanos “hasta que se consiga la derogación”, y que el nuevo conseller, el castellonense Vicent Marzà, deberá acometer.

“La Comunitat tiene margen para maniobrar y lo vamos a usar”, señalaban desde el PSPV. Desde Compromís, concretaron que “se estirarán al máximo las competencias autonómicas para evitar su aplicación total”. Ambos partidos han sido muy críticos en los últimos dos años contra la ley y sus consecuencias. En cifras absolutas, en la provincia, 55.000 de los 96.050 alumnos de los 250 centros de Infantil, Primaria, FP, ESO y Bachillerato públicos y concertados empezarán las clases con la LOMCE. Y es que tras un primer curso de implantación, con una fuerte presión de colectivos de alumnos, padres y profesores, afectó a 1º, 3º y 5º de Primaria y 1º de FP básica. En septiembre, empezará en 2º, 4º y 6º de Primaria, 1º y 3º de ESO, y 1º de Bachiller; y en FP, en 2º de la básica y 1º de grado medio. En total, el doble de alumnos en un año.

CAMBIOS // La LOMCE comporta nuevas asignaturas, con cambio de libro; nuevas reválidas, que se suman a las pruebas diagnósticas que ya realiza la Conselleria y a los tests PISA; además de dos itinerarios en Matemáticas en 3º de ESO --hacia FP o Bachiller-- y una Formación Profesional en la que se prima la dual. El Consell propone, en sus ejes de gobierno, priorizar la enseñanza pública, eliminar las reválidas, reducir las diagnósticas a sondeos, más FP para reactivar la formación para el empleo, eliminar el distrito único, revisar el arreglo escolar, las ratios y horarios, entre otras medidas, además de ver con lupa los conciertos.

La comunidad educativa ya ha visto un primer movimiento, con el retraso anunciado al 10 de septiembre del inicio del curso que la anterior Conselleria impuso el día 3, el más tempranero de España. Y ahora hay que ver, dicen padres y profesores, cómo se articulan los posibles cambios en la aplicación de la LOMCE. H