Castellón despide la Semana Santa mirando al cielo, pero con las playas y las tradicionales parajes en los que comerse la mona a tope. Es el caso del Pinar del Grao o el Planetario en la capital, o del Termet en Vila-real, donde familias y gente joven sumaban un día más de fiesta entre amigos y con picnics de lo más variado. En una Pascua con más turismo que el año pasado, sobre todo nacional y de cercanía, terrazas y bares presentaban ayer un lleno considerable.

Y no solo en la costa. En el interior, en Morella, Vistabella o Vilafranca, no cabía ayer, de nuevo, ni un alfiler. Y en otras localidades, como Culla o Catí, fueron muchos los que ayer aprovecharon para visitar la exposición Pulchra Magistri, de La luz de las imágenes que comparten con Vinaròs y Benicarló; mientras otros se decantaban por visitar las cuevas de la Valltorta en Tírig, donde, según fuentes del museo, “hubo más visitas de lo habitual, sobre todo grupos de familias de Castellón y de la Comunitat”.

A mediodía se nubló el día y muchos esperaron bajo techo que apareciera la lluvia. Esta hizo acto de presencia en las comarcas del norte, en el Baix Maestrat, en Benicarló, donde cayeron 20 l/m2; Vinaròs, con 10 l/m2; la Jana y Xert, con 8. Ya por la tarde, hubo importante aparato eléctrico en el área de Castellón, con 5 l/m2 de lluvia. H