Los autónomos han sido hasta ahora los artífices de la creación de empleo en Castellón. Y lo han sido incluso en los peores años de la crisis. Por muy malos que fueran los tiempos, día sí y día también, profesionales de la hostelería o el comercio, la educación o la sanidad subían las persianas de un nuevo negocio. El autoempleo era la única salida para no estar en el paro. Hoy las cosas empiezan a cambiar y al dinamismo de los trabajadores por cuenta propia se une ahora el de aquellos emprendedores que crean su empresa y contratan trabajadores.

Las últimas estadísticas de la Tesorería General de la Seguridad Social revelan que Castellón cuenta en estos momentos con 18.886 empresas con trabajadores a su cargo (en esta cifra no están los casi 42.000 autónomos), 728 más que a finales del año pasado. O lo que es lo mismo, un 4% más. Desde el 2008, el tejido empresarial provincial ha evolucionado a la baja (se abrían nuevas compañías, pero las que cerraban las puertas eran superiores), una tendencia que ya se rompió en el 2014 y en el 20015 y que este año se consolida definitivamente.

Los datos demuestran que la creación de empresas con trabajadores sigue fuerte en Castellón, pero la aparición de nuevos emprendedores tiene una distribución desigual por sectores. En una provincia donde cada vez ganan más peso los servicios, el repunte de pymes del sector (sobre todo hostelería) es significativo, frente a la caída que registran la industria y la construcción.

Entre el 1 de enero y el 31 de agosto han causado alta en la Tesorería de la Seguridad Social como cuentas de cotización (nuevas empresas con más de un trabajador en nómina) un total de 728 pymes. Ese fuerte tirón es directamente proporcional a la expansión de los servicios. Hay 598 nuevas compañías dadas de alta en la Seguridad Social.

La agricultura, aunque en mucha menor medida, también evoluciona claramente al alza y en estos primeros ocho meses del año ha ganado 128 empresas. Quien también lo ha hecho es la industria. El sector, en el que se incluyen actividades tan potentes como el azulejo, los esmaltes o la maquinaria cerámica, ha ganado 11 compañías. El dato es positivo, pero su peso es relativo si se tiene en cuenta las cifras que maneja el sector terciario.

La balanza negativa, en cambio, la aporta la construcción. La remontada parece que no vaya con un sector que no acaba de despegar y, lógicamente, el número de empresas del ladrillo que operan en la provincia tampoco se recupera. Hoy son 1.622, nueve menos que a principios de año.

El sector de la construcción pincha pero el balance global en la provincia es positivo. El tejido empresarial vuelve a coger músculo como también lo hace la creación de empleo. Porque a más empresas, más trabajadores. Las cerca de 19.000 compañías dan empleo en Castellón a 155.205 asalariados, casi 4.000 más que a finales del 2015. H