CASTELLON, 5 (EUROPA PRESS)
La sección segunda de la Audiencia de Castellón ha dictado una orden de búsqueda y captura del profesor de un colegio de la ciudad acusado de nueve delitos continuados de abuso sexual sobre alumnas y de un delito de corrupción de menores al no comparecer este lunes al juicio que debía celebrarse en esta sala, según han señalado fuentes judiciales.
El abogado del acusado ha presentado a primera hora un parte médico para justificar la ausencia de su defendido, aunque los médicos del Instituto de Medicina Legal han dictaminado que se encontraba "en condiciones" de asistir al juicio, por lo que el tribunal ha ordenado su detención e "inmediata" puesta a disposición del mismo, según la Fiscalía.
Sin embargo, al no poder ser localizado, el tribunal ha decidido dictar una orden de búsqueda y captura y suspender el juicio hasta nueva fecha sin determinar.
El fiscal solicita 35 años de prisión para el acusado por nueve delitos continuados de abuso sexual sobre alumnas menores y un delito de corrupción de menores en la modalidad de producción de pornografía infantil que supuestamente habría cometido en el interior del centro escolar donde trabajaba.
El escrito de conclusiones provisionales del ministerio público señala que el acusado, desde enero de 2009 y actuando para "satisfacer su ánimo libidinoso y prevaliéndose de su condición de profesor de Primaria", en el interior de las aulas y dentro del horario lectivo, abusó sexualmente de nueve alumnas menores, a algunas de las cuales, además, fotografiaba.
Las menores, como consecuencia de los hechos, sufrieron confusión e interferencia para su desarrollo psicosexual al no poder diferenciar adecuadamente entre conductas adecuadas e inadecuadas.
El acusado fue detenido el 27 de enero de 2010 por la Policía Nacional en las inmediaciones de otro centro escolar distinto al que trabajaba después de que unas vecinas alertaran de que le habían visto realizar fotografías a los niños que estaban en el patio del colegio.
En el momento de la detención se le intervino una cámara fotográfica digital que contenía un total de 21 fotografías realizadas por el acusado en el interior de un aula del colegio donde trabajaba, en las que abusaba sexualmente de las menores.
El 29 de enero de 2010, el procesado entregó a la Policía 13 tarjetas de memoria que tenía en su domicilio, que contenían fotografías realizadas por éste desde al menos enero de 2009 "con el ánimo de satisfacer su deseo sexual".
