La Diputación adelanta los tres millones de euros necesarios para ejecutar tres nuevas depuradoras de la provincia tras corroborar que la falta de liquidez de la Generalitat imposibilita que esta aporte el 60% de esta cantidad (1,8 millones), como fija el convenio vigente entre ambas instituciones.

El vicepresidente primero de la Diputación, Francisco Martínez, señaló que de esta manera el calendario de obras para el 2013 no se verá perjudicado y recordó el compromiso del Consell de devolver el dinero en cuanto mejore su disponibilidad económica. Los objetivos para este año son la construcción de nuevas plantas en Torrechiva, Vall d’Almonacid y Borriol. “Esta última es la obra más importante. La que hay ahora no se puede ampliar porque está muy pegada al municipio, así que es necesario levantar otra nueva”, explicó Martínez, quien añadió que también se remodelarán “totalmente” las instalaciones de Soneja y Villahermosa.

El diputado del PP compareció ayer junto a los técnicos de Facsa para presentar el balance de las depuradoras que gestiona la Diputación en el 2012. Según destacó, “las mejoras de eficiencia medioambiental que se están impulsando desde la Diputación con la gestión de estas instalaciones, ya que las 8.092 toneladas de fango producidas han podido ser aplicadas en agricultura”.

Martínez señaló que es el resultado del control de los vertidos industriales al alcantarillado y a la implicación de los ayuntamientos “lo que ha evitado metales pesados en los lodos y favorecido sus buenas propiedades agronómicas”. Además, resaltó que ha disminuido la energía consumida, pasando de 0,48 kilowatios hora por metro cúbico a 0,47. El coste de mantenimiento de las instalaciones fue en 2012 de 5,96 millones de euros, frente a los 5,62 millones del 2011: el coste por instalación de 61.795 euros, “un gasto que asume Diputación porque los ayuntamientos no podrían costearlo”. H