El pleno de la Diputación aprobó ayer, con los votos del PP y el rechazo del PSPV-PSOE y Compromís, pedir al Gobierno que modifique la ley electoral para posibilitar la elección directa de los diputados provinciales a través de una tercera urna y, en segundo lugar, para permitir la elección directa de alcaldes.

El documento aprobado en la sesión provincial también se alinea con la pretensión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de reducir de 99 a 79 el número de diputados en Les Corts. Respecto a la iniciativa legislativa popular (ILP), los populares abogan por rebajar de 50.000 a 25.000 el número de firmas necesarias para pedir a Les Corts que tramiten un proyecto o una proposición de ley.

El portavoz del PP, Miguel Barrachina, atribuyó el paquete de reformas al deseo ciudadano “de más proximidad” y a la voluntad de reducir el número de representantes públicos porque “España no puede soportar un peso administrativo y económico tan grande”. Barrachina también se mostró favorable a liquidar la figura jurídica del aforamiento para acabar con los “privilegios” y aseguró que la elección directa de alcaldes responde al programa electoral del PP del 2011 “y a una propuesta que Zapatero llevó en el 2004 al Congreso”, recordó para afear al PSOE que ahora se oponga a que gobiernen solo los alcaldes más votados.

Su homólogo del PSPV, Francesc Colomer, acusó al PP de “querer cambiar las reglas de juego con el partido empezado” en el asunto de la elección directa de alcaldes y atribuyó la idea al temor del PP a perder el poder en muchos consistorios ahora que el bipartidismo va a menos. “Con esta reglamentación, más de la mitad de alcaldes del País Vasco y Navarra serían de Bildu, si esta idea se nos hubiera ocurrido a nosotros nos hubieran acusado de complicidad con el terrorismo”, añadió. El portavoz socialista aseguró que la idea de Moliner de la tercera urna es “imposible, tiene flecos democráticos insalvables”, y pidió al PP que antes de plantear cualquier reforma de calado abra un diálogo con la oposición.

El portavoz de Compromís, Enric Nomdedéu, juzgó también la elección directa de alcaldes como un intento del PP de perpetuarse en el poder y defendió las nueve reformas planteadas en su moción. Como punto estrella, extender la ley de partidos políticos a la ilegalización de todas las formaciones condenadas por financiación ilegal. “Son necesarias medidas de regeneración democrática, ninguno de nuestros nueve puntos nos garantizan un mejor resultado electoral a diferencia del PP”, proclamó. Nomdedéu mostró sus dudas sobre la validez jurídica de la tercera urna al no saber el día de la votación quiénes serán elegidos como ediles y defendió los acuerdos poselectorales “porque pactar es la esencia de la democracia”. H