La Diputación convertirá los centros de producción agroalimentarios de la provincia en reclamos turísticos. Ese es el objetivo de la ambiciosa iniciativa fijada desde Castelló, Ruta de Sabor por el gobierno provincial a la hora de «intensificar nuestra apuesta por el turismo como una herramienta de desarrollo para el sector agropecuario castellonense».

Para ello, el diputado responsable de la marca, Pablo Roig, explicó que van a hacer «de la materia prima gastronómica un producto turístico único que atraiga a numerosos turistas ávidos de conocer el proceso de elaboración del producto, saborear la esencia de esta provincia y dinamizar su interior, convirtiéndose así en una fuente de oportunidades para los productores».

Bajo el paraguas del distintivo impulsado por el presidente, Javier Moliner, para hacer del patrimonio gastronómico un elemento diferenciador y un «recurso para impulsar el territorio, sobre todo en el interior», la Diputación dará forma a una serie de itinerarios turísticos por aquellos centros de producción que se puedan habilitar para la recepción de turistas. «Esta Ruta de Sabor nos permitirá abrir a turistas este tipo de instalaciones para fomentar un turismo gastronómico que permitirá descubrir el proceso de elaboración del producto, conocer el territorio y disfrutar de una experiencia única», insistió Roig.

En este sentido, el mismo diputado hizo hincapié en la importancia de un proyecto que «busca abrir los espacios donde nace el mejor sabor del Mediterráneo para multiplicar las oportunidades económicas y laborales de un sector clave para el interior como es el agroalimentario y del que, además, se verá beneficiado todo el tejido económico de la zona».

PRODUCTO COMPLETO // Además de trabajar en la promoción de esta línea turística, Roig incidió en «la importancia de aprovechar todas las potencialidades que nos ofrece la provincia para sumar nuevos hitos y oportunidades al territorio». Así, y además de las visitas a los centros de producción, «vamos a trabajar también para que estos itinerarios turísticos ofrezcan al visitante una experiencia inolvidable en todos los sentidos, y más allá del paladar, con degustaciones, talleres de elaboración o visitas al patrimonio».