Casi cuatro meses después de que Mediterráneo denunciara que en una nave industrial de Borriol se acumulaban toneladas de amianto cancerígeno sin control sigue sin haber una sanción para los responsables del mismo.

Más de 40 toneladas de este material permanecieron en la antigua nave de Porcelanatto durante 18 meses. Mediterráneo denunció estos hechos el pasado 17 de enero del año 2013, momento en que personal autorizado inició su retirada.

El Seprona comunicó estos hechos al juzgado y, en octubre del 2011, se instruyeron diligencias judiciales por un presunto delito medioambiental. Además, formuló diez denuncias ante la Conselleria de Medio Ambiente. Sin embargo, el procedimiento se extravió en los juzgados.

Finalmente, la Fiscalía provincial logró que se reactivara el caso el 18 de enero del 2013 y se le asignó al juzgado de Instrucción número 3 de Castellón.

Por su parte, la Conselleria de Medio Ambiente, a principios del 2012, tras recibir las denuncias del Seprona, remitió un escrito a los propietarios de la nave --un grupo de bancos--. El 24 de enero anunció que si los responsables del vertido habían cometido alguna infracción serían sancionados con una multa que oscilaría entre 6.001 y 30.000 euros.

Lo cierto es que, por ahora, el vertido sigue impune. La Conselleria de Medio Ambiente argumenta que está a la espera de la decisión del juez, ya que “mientras permanezca abierta la vía judicial se paraliza el expediente administrativo que se incoó”.

Y el juzgado todavía no ha tomado una decisión. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, “la causa está abierta y se están practicando diligencias”.

Los responsables de la Conselleria se han dirigido al juzgado para conocer el estado en el que se encuentra el caso, pero no han recibido respuesta hasta el momento. La conclusión de este caso dependerá, según fuentes de Medio Ambiente, “de la agilidad del órgano judicial”. H