Una residencia completamente nueva. Esto es lo que quieren familiares y funcionarios que trabajan en la residencia de ancianos y dependientes Lledó --la única pública que hay en la ciudad-- después de conocerse que la Conselleria pretende cerrar el enclave, entre las calles Jover y Trinidad, para realizar a finales de este año una macroobra en el edificio en el que se invertirán cerca de tres millones de euros.

Tal y como expresaba a Mediterráneo el presidente del comité de empresa, Héctor Escamilla, están “indignados” y no saben “lo que a pasar” con todos ellos (50 funcionarios y 45 ancianos). “Lo único que sabemos es que van a cerrar la residencia para actualizarla, sin que haya ninguna necesidad porque el año pasado ya se hizo una obra”, argumenta.

Escamilla asegura a este diario que el actual edificio cumple con la normativa e hace hincapié en que “para gastarse esa cantidad de dinero tan grande en una remodelación de un edificio antiguo, lo lógico sería que en un solar municipal levantaran una completamente nueva. Saldría más barato y sería mejor”.

Tanto el comité de empresa como la junta de personal, representada por Isabel Artola, insisten en que “todo es una incógnita”. “No sabemos a dónde van a trasladar a los ancianos y ni qué va a pasar con los funcionarios, si van a ir a otro centro o qué”, manifiesta Escamilla. Según aseguran, la idea de remodelar este centro partió del anterior Consell en el 2012, empezará a finales de año y obligaría a cerrar este recurso por un periodo de tres años.

NO ROTUNDO // El viernes los familiares de los 45 ancianos que viven en la residencia se reunieron con un representante de la Conselleria de Igualdad para trasladarle “que se niegan en rotundo al cierre de la residencia y a que se lleve a cabo la macroobra”. H