Dos de las principales organizaciones agrarias de la provincia de Castellón, Fepac-Asaja y la Unió de Llauradors, se suman a muchos alcaldes del interior y piden celeridad al Consell a la hora de limpiar unos bosques en los que se acumulan los árboles caídos desde el temporal de nieve, lluvia y viento del mes de enero.

El secretario general de Fepac, Doménec Nàcher, aseguró a Mediterráneo que es «urgente» que las actuaciones que planea la Conselleria de Medio Ambiente lleguen «antes del verano», pues de otra manera «se generará un gravísimo problema no solo forestal sino también de seguridad ciudadana, puesto que hay municipios que correrán un grave riesgo en los próximos meses».

Por su parte, el principal responsable de la Unió, Ramón Mampel, se mostró más cauto. Aunque instó a la Generalitat a evitar en la medida de sus posibilidades que zonas como Penyagolosa, la Serra d’Espadà, el Alto Palancia o el Mijares lleguen al verano con cientos de pinos en el suelo, afirmó que el problema de la gestión forestal es «complejo» y pidió soluciones a largo plazo.

«Los propietarios privados de parcelas no tienen ningún incentivo para mantenerlas limpias, puesto que es muy complicado sacar alguna rentabilidad de las mismas», apuntó. En este sentido, cree que una opción es potenciar el consumo de biomasa, «el único sector que últimamente ofrece posibilidades de creación de empleo, aunque de forma tímida». Y es que, sentencia, «las fincas forestales bien cuidadas han hecho históricamente de cortafuegos».

FUEGO EN AZUÉBAR

Ayer, una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos y dos unidades de forestales apagaron un incendio que quemó 250 m2 de cañar junto a una zona recreativa de Azuébar, en la Serra d’Espadà.