El Puerto de Castellón y empresas de la provincia de todos los sectores se preparan para afrontar una más que probable huelga de los profesionales de la estiba, ya anunciada partir del 6 de marzo. Y es que los ánimos están caldeados, más si cabe, tras la decisión ayer del Gobierno central de poner fin, por real decreto ley, al monopolio de los estibadores.

Dicho trámite, que aprueba la reforma del sector de carga y descarga en los puertos, a cuya liberalización obliga a España una sentencia europea, tendrá que ser convalidado «en máximo, un mes» por el Congreso. Allí, de momento no tiene garantizado el respaldo suficiente y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha apelado a «intensificar el diálogo», por un lado; y a la responsabilidad de los grupos para no entrar «en un bucle sin fin y tener que pagar 134.000 euros de multa todos los días». El próximo martes, 28 de febrero, hay una reunión a escala nacional entre patronal y sindicatos, que opinan que la reforma planteada se extralimita «y va más allá de lo que está pidiendo Europa» .

VALENCIA CAE UN 40% / El presidente del Puerto de Castellón, Francisco Toledo, valoró ayer que «lo deseable sería un acuerdo entre las partes», porque «una huelga siempre tiene efectos negativos y, al ser en el puerto, afecta a todos los sectores». Por el momento, se habla extraoficialmente de paros encubiertos ya de algunos profesionales de la carga y descarga de mercancías. PortCastelló, sin embargo, no ha detectado ningún descenso en la actividad habitual, que «no se ha ralentizado, se continúa trabajado al ritmo normal». Sin embargo, en el vecino puerto de Valencia sí se ha comprobado esta semana «una caída del 20 al 30%; que llegó al 40% el viernes (ayer)». De esta disminución se están beneficiando ya puertos extranjeros.

PRODUCCIÓN Y ERE / En opinión de Toledo, como ya planteó el puerto en el encuentro con los estibadores la semana pasada, es clave que sobre todo la huelga «no afecte a las importaciones». Y es que si no entran las cargas de materias primas en el recinto portuario, esto repercutiría en un parón de la producción en cualquier sector de Castellón, desde los hornos de la cerámica a piezas de automóvil, etc.; e incluso se podría llegar a aplicar Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) temporal en algunas fábricas.

La amenaza de la huelga, cada vez más próxima en el tiempo, está obligando ya a los empresarios a replantearse organizar los envíos, como ya publicó Mediterráneo, y adelantar cargas, por ejemplo, con destino a ferias como la de Coverings, de EEUU.

El siguiente paso, como ya expuso este rotativo, para la industria cerámica, es la búsqueda de puertos alternativos para gestionar los envíos, cuando empiecen los paros de los estibadores. La idea es transportar la mercancía por carretera a los puertos de Lisboa (Portugal) o Montpellier (Francia), con el alza de costes que conlleva. Para el presidente de la Autoridad Portuaria, «todo lo que sea buscar cadenas alternativas para las empresas es positivo. Es importante contar con un plan B. La huelga de la estiba sin lugar a dudas tendrá efectos negativos». Las pérdidas económicas que se puedan ocasionar para el recinto portuario y para el propio tejido empresarial provincial no se han cuantificado, pero la alerta es grave.