Dentro de esta iniciativa, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, también ha anticipado otras medidas esta legislatura que priman la eficiencia en la inversión y el recorte de gastos, como son la Central de Contratación, la rebaja del presupuesto en un 10%, la disminución de la deuda de la Diputación en un 15% tras más de una década de incrementos y la congelación de la oferta laboral y amortización de puestos tras las jubilaciones. Moliner afirma que “ya ha pasado la época de ver a la Diputación como un mero repartidor de subvenciones, hay que dar un paso más y convertirnos en el gestor de gestores”. Además, asegura que “no voy a flaquear en mi responsabilidad de hacer la Diputación más útil para los Ayuntamientos”.