Los militantes de Esquerra Unida (EU) de la capital de la Plana pidieron ayer a Carmen Carreras que continúe como concejala en el Ayuntamiento de Castellón, que aunque había comunicado su decisión de dimitir a la ejecutiva de País a finales de febrero, “por dificultades personales”, luego se echó atrás y dijo que no se iría si se lo pedía la asamblea local.

Así sucedió ayer. “Tras plantear mis problemas”, explicó Carreras a Mediterráneo, “se decidió que lo mejor para la organización es que yo continúe. Por eso, ante esta muestra de apoyo, he decidido proseguir con mi labor política”. En la sesión de ayer, que se celebró por la tarde, había convocadas 41 personas. Según informaron fuentes de la ejecutiva local, finalmente acudieron 28: de estos, más de la mitad, un 64%, 18 personas, votaron que no aceptaban la dimisión de Carreras; 9, que sí querían que abandonara su acta; y una se abstuvo.

MÁS DE TRES HORAS // La asamblea se presentaba tensa, ante la incertidumbre por la presencia de más o menos militantes del sector que daban su respaldo a la concejala. Desde las 16.00 h. hasta pasadas las 19.00 h., fueron más de tres horas de debate, dado el alto número de asistentes que pidió el turno de palabra.

La maquinaria del partido, de salir del resultado de la votación que Carreras no continuara ocupando su puesto, habría recurrido a la siguiente en la lista para sucederla, la número 2, Fani Rubert. Finalmente, después de semanas de incertidumbre, el colectivo de EU local resolvió ayer que todo continúe como está.

RESPETO A LOS VOTANTES // El Consell Polític Local también continuará sin cambios en sus integrantes, como hasta ahora. El coordinador de EU local, Joan Forés, apuntó que “la ejecutiva continúa” y se “acata el resultado de la asamblea de que la concejala de EU continúe en su puesto; se queda todo como estaba. Ante todo, fuera cual fuera el resultado, le debemos un respeto a los votantes y a la organización”.

En el seno del partido ayer algunos estaban satisfechos de que Carreras siguiera con su función activa en el Ayuntamiento, mientras otros tenían el sentir de que lo sucedido, la amenaza de Carreras de abandonar su responsabilidad política, había sido innecesario y había llevado a exponer el partido ante la opinión pública, en detrimento del colectivo. H