Los empresarios de las tascas se mostraron ayer favorables a la fórmula del decreto de alcaldía que baraja el Ayuntamiento de Castellón para sortear la prohibición de beber alcohol en la calle.

Todos los hosteleros consultados por el periódico Mediterráneo coincidieron en aplaudir la medida aprobada por unanimidad el pasado lunes en la comisión de Participación Ciudadana. “Nos da igual la fórmula que se utilice, solo queremos seguir trabajando porque la situación económica general es muy delicada, somos muy cuidadosos con el descanso de los vecinos y no entendemos por qué por culpa de unos pocos tenemos que quedarnos sin un negocio que lleva décadas de tradición”, señaló uno de los hosteleros afectados que prefirió mantenerse en el anonimato.

Todos coincidieron en acusar de querer acabar con el ocio en el centro histórico a los miembros de la plataforma vecinal Castelló Sense Soroll, impulsores del litigio judicial que desembocó en la anulación del artículo 26 de la ordenanza de convivencia ciudadana que permitía beber en la vía pública en la zona de las tascas. “Tengo claro que estos señores no pararán hasta arruinarnos a todos y destruir una de las pocas ofertas de ocio nocturno que hay en Castellón”, señaló otro empresario hostelero. “Me da igual si la fórmula elegida por el Ayuntamiento es el decreto de alcaldía u cualquier otra, yo solo quiero que me dejen trabajar”, añadió.

Como informó ayer martes este periódico, el nuevo texto del artículo 26 de la ordenanza municipal dará al alcalde la potestad para aprobar un decreto que permita el consumo de bebidas alcohólicas en la calle en el ámbito urbano de la plaza Santa Clara. El gabinete jurídico del consistorio entiende que la sentencia del pasado mes de noviembre que anuló el citado precepto lo hizo por una mala redacción, lo que deja la puerta abierta a la fórmula alternativa del decreto.

HOJA DE RUTA // El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, pretende que la junta de gobierno local apruebe este próximo viernes el nuevo texto para su posterior ratificación en el pleno del 27 de enero. A partir de entonces, no solo se abrirá un plazo de alegaciones de 30 días sino que también se prohibirá de forma provisional beber alcohol en la zona de las tascas. Una vez se hayan contestado las posibles alegaciones, de nuevo el pleno aprobará el texto definitivo, que entrará en vigor tras su publicación en el BOP. Será en ese momento cuando un decreto de alcaldía restaurará la libertad de consumir alcohol en la calle. H