Con todos los honores. Para evocar a la Mare de Déu del Lledó cuyas fiestas están ya muy cercanas y en el marco del II Año Mariano. La sala San Miguel de la Fundación Caja Castellón abrió sus puertas ayer, y hasta el 31 de mayo, para inaugurar Magnificat: nuevas metáforas de lo sagrado, una reflexión sobre el arte religioso generado en todas sus vertientes en la diócesis de Segorbe-Castellón. Una muestra que busca realzar el valor artístico de creaciones realizadas desde la segunda mitad del siglo XX (Concilio Vaticano II), hasta nuestros días y fruto de la colaboración de instituciones para hacer posible la muestra.

Una inauguración que contó con la presencia de las máximas autoridades de Castellón y provincia, como el alcalde de la capital de la Plana, Alfonso Bataller; el presidente de la Diputación, Javier Moliner; el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López; el presidente de la Fundación Caja Castellón, Juan Manuel Aragonés, el presidente de la Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó, Antonio Cabezón y la titular de la Junta de Camareras de la congregación mariana, Tere Vilar.

En el turno de parlamentos, Aragonés, tras invocar a la Lledonera, “que sigue siendo luz y guía de todos los castellonenses”, habló de la “importancia de la implicación de las entidades públicas para hacer posible la muestra”.

El obispo, por su parte, recordó que “la fe cristiana ha sido generadora de arte y cultura, una vía que es reveladora de dios, verdad, bondad y belleza infinitas”. Un arte “como propuesta de nuestra tierra castellonense en un tiempo de puertas abiertas y alegría misionera, el del Papa Francisco”.

DE GRAN CALIDAD // Mientras, el titular de la institución provincial resaltó la muestra que ofrece “obras de gran calidad que vuelven a ser vistas con luz propia y testimonian las aportaciones realizadas por nuestra provincia al ámbito religioso”.

Recordó que la Diputación, “a través de su programa de restauración y recuperación de bienes culturales, realiza un gran esfuerzo que permite la protección, conservación y difusión del patrimonio castellonense”.

Y confió en que la exposición “permita transmitir los valores culturales y la comprensión de las señas de identidad de nuestro pasado reciente”.

Por último, Bataller calificó la muestra como “la oportunidad de sentirnos orgullosos de nuestra historia para entablar un diálogo con el rico pasado cultural y artístico”. Añadió que la exposición “facilita a la sociedad de Castellón una visión global del papel que la espiritualidad ha desempeñado como catalizador en la vida cultural”. (Más información el domingo en Cuadernos). H