El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, apremió ayer de nuevo al Consell que preside Ximo Puig a activar las ayudas cofinanciadas con los planes Feder para obras en patrimonio de pueblos pequeños, de las que cifró en unos 15 millones el dinero en juego para municipios de la provincia de Castellón.

Moliner desveló que, tras mantener una conversación por la mañana con los responsables de la Administración autonómica, el Consell se ha comprometido a «resolver en el menor plazo de tiempo posible» la situación, lo que definió como una «buena noticia». La respuesta se conoce después de que el vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, alertara del peligro de que se pierdan inversiones en patrimonio si se mantiene el retraso anunciado por la Generalitat para la activación de las subvenciones, como informó Mediterráneo. El presidente provincial, quien insistió en que «no hay ninguna voluntad de generar ningún enfrentamiento político», explicó que hay un acuerdo con la Generalitat, con ayuntamientos y la Diputación para que esta institución «pueda participar en la parte de cofinanciación que los municipios no pueden asumir».

En este sentido, recordó que la corporación tiene habilitados ya presupuestariamente 2,4 millones de euros con este objetivo, que acabarían «pasando de nuevo a remanentes y perdiéndose para este fin», las obras de conservación de patrimonio, por lo que insistió en que urge resolver el problema de los plazos, porque los fondos son muy importantes para los municipios pequeños de la provincia de Castellón.

Javier Moliner valoró que «la Generalitat ha mostrado disposición» para activar las ayudas «en el plazo necesario» y matizó que «lo que cabe hacer es explorar esa vía, porque el proceso administrativo previo y la publicación de las bases en Diputación lleva su tiempo, y podría culminarse después de fin de año, que es el plazo que había puesto la propia resolución autonómica para ejecutarlo», con lo que no se llegaría a tiempo, de modo que reiteró la urgencia de una decisión.

El dinero comprometido en el conjunto de la Comunitat Valenciana por el president Ximo Puig para esta finalidad está en torno a los 47 millones de euros.