Crear nueve microrrobots que se enfrentarán a una serie de pruebas, como si fuera un concurso de la tele, es el objetivo del Gran Prix Robot 24 horas que se celebra desde ayer y hasta hoy en el Parc Tecnològic de la Universitat Jaume I. Nueve equipos arman desde ayer por la tarde otros tantos MiniSkybor 2, cual Wall-e o R2D2 en miniatura bajo el paraguas de una competición organizada por las asociaciones engiON y Hackerspace Castelló, que reúne a alumnos y exalumnos de Ingeniería, y amantes de la robótica de toda la provincia, entre los 18 y los 40 años.

Francisco Sayas preside Hackerspace y explica que el Prix nace “a imagen y semejanza de otras competiciones que ya existen en Europa y que en España solo están en Madrid y Barcelona”. La expectación ha sido “muy alta” y apenas cinco horas después de lanzar la iniciativa a los alumnos de la Escola Superior de Tecnologia i Ciències Experimentals ya habían cerrado el cupo y doblado los equipos. “Queríamos un desafío de cuatro o cinco equipos, y al final lo tuvimos que abrir a 10, uno de ellos reserva, por la capacidad”, aunque en próximas ediciones no descartan “crecer y abrirlo a toda España”.

Bajo un formato de evento participativo, de 24 horas non-stop, los estudiantes competirán por desarrollar el mejor prototipo de robot basado en Arduino, una plataforma de hardware libre fácil de utilizar e intuitiva que permite desarrollar proyectos electrónicos multidisciplinares.

MAYOR INTERACCIÓN // “Es posible controlar el mundo físico e interactuar con él, y eso es lo que tendrán que hacer los MiniSkybor, ir salvando una serie de pruebas, como seguir líneas, distinguir colores o salvar obstáculos, con diferentes grados de dificultad”, señala Saya. “No solo es construir el robot, sino que funcione y gane el Prix”.

Como curiosidad, las piezas que componen los minirrobots han sido fabricadas por medio de impresoras 3D, que han ido funcionando in situ y que estarán hasta esta tarde en exposición en el Espaitec. H