Los 260 centros de la Comunitat dedicados a la atención de los enfermos mentales, entre los que había de Castellón, realizaron un “paro solidario” de tres minutos, tras leer un manifiesto, para denunciar una deuda de la Generalitat que asciende a 13 millones. Según fuentes de la Asociación Empresarial de Residentes y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat (Aerte) los enfermos mentales “llevan un año sin cobrar las prestaciones por dependencia y hay partidas presupuestarias que no se han pagado desde 2007”. Esta situación afecta a 1.000 enfermos, de los que 300 son tutelados por la Generalitat, por lo que si “los centros cerraran podrían acabar en la calle”. H