El centro de recuperación de fauna silvestre del Forn del Vidre de Castellón, que depende de la Conselleria de Medio Ambiente, logró salvar a casi 300 animales heridos el año pasado. En total, se atendió a 410 animales, pertenecientes a 72 especies diferentes, llegando el 70% de ellos a sobrevivir.

La mayor parte de los ingresos, con 271 ejemplares, pertenece al grupo de las aves, seguido por el de reptiles, con 105 ejemplares y por el de los mamíferos, con 34. Del total de aves, las rapaces diurnas y nocturnas conformaron cerca del 40% de los ingresos en las instalaciones, debido en gran parte a la situación del centro, en la Tinença de Benifassà.

Dada la existencia de un centro de recuperación para cada una de las provincias de la Comunitat, la práctica totalidad de los ingresos en Forn del Vidre proviene de animales de la provincia de Castellón, y solo una pequeña parte de las entradas corresponde a ejemplares trasladados desde las provincias limítrofes.

La causa de ingreso más numerosa a lo largo del pasado año se debió a capturas silvestres, seguidas de traumatismos, caídas de nido, desnutrición y decomisos. La rehabilitación de la fauna salvaje que llega herida es una actividad enormemente complicada. Aún así, los índices que se obtienen año a año en el centro pueden calificarse como exitosos.

CENSOS // Además de las tareas propias de recuperación de la fauna, el centro desarrolla otros trabajos para la conservación de la biodiversidad y seguimiento de especies amenazadas o de interés. En concreto, a los largo del 2012, el Forn del Vidre realizó el control y censo de la población reproductora de aguilucho cenizo en el interior de Castellón, estimada en 191 parejas; el censo de la población reproductora del Alimoche -un tipo de buitre-, que se estima en 14 parejas en la provincia; y el censo de aves acuáticas invernantes en diferentes zonas húmedas. Los expertos también han realizado el seguimiento de población de pequeños peces o del cangrejo de río autóctono. H