La Conselleria de Sanidad ha calificado de «cuestiones ordinarias» los «desafases, falta de control e incumplimientos» en la actividad contractual y rendición de cuentas puestas de manifiesto por la Sindicatura de Comptes de la Comunitat, quien ha remitido al Tribunal de Cuentas y a la Fiscalía de dicha institución el informe «desfavorable» sobre las cuentas del ejercicio 2016.

Desde el departamento de Carmen Montón insistieron ayer en que se están resolviendo todos estos problemas. Por ejemplo, el control de las cuentas pasará a realizarse previamente, a través de la Intervención de la Generalitat. «Estas cuestiones son ordinarias porque siempre el gasto es mayor al presupuesto, dada la infrafinanciación, aunque, por ejemplo, este año se ha aumentado para evitar que suceda», indicaron desde la propia Conselleria, a la vez que remarcaron que el envío de este informe al Tribunal de Cuentas entra dentro de lo que marca la legalidad.

«No tenemos ninguna notificación de que se esté investigando, como sí solicitó la Sindicatura al Tribunal de Cuentas que hiciera de las cuentas del 2015 al ver irregularidades -en la época del PP-», explicaron dichas fuentes.

En este sentido, la directora territorial de Sanidad en Castellón, Azucena Martí, recordó que el informe referido al 2015 advirtió de «irregularidades», por ejemplo, en el contrato de mantenimiento o en el de la construcción y gestión mediante concesión de un aparcamiento subterráneo.

Según Martí, dicho documento «reconoce que la actual gerencia trabaja en la regularización de anomalías heredadas», además apunta que son estas anomalías las que la Sindicatura «considera que podría haber responsabilidad contable, a diferencia del informe referente al 2016».

críticas // Por su parte, el vicepresidente primero de la Diputación y portavoz, Vicent Sales, aseguró que, mientras la consellera Montón «se dedica a menospreciar a la Diputación y a Castellón faltando a la verdad, su propia Sindicatura de Comptes dice que, en el 2016, hubo falta de control y fraccionamientos de contratos indebidos». «La consellera socialista pasará a la historia no solo como la que desmanteló la sanidad sino también como la que se gastó 20 millones a dedo sin cobertura presupuestaria».