Inasequible al desaliento. Casi 10.000 firmas en contra y ríos de tinta cuestionando su criterio solo han hecho que el médico pediatra castellonense José María González Cano haya suspendido sine die la presentación de su libro Víctimas de la lactancia. ¡Ni dogmatismos, ni trincheras!, y solo para no perjudicar a la librería. Por lo demás, se reafirmó ayer en sus criterios sobre la lactancia.

--¿Cómo valora la intensa reacción que ha provocado su libro?

--Como médico, con satisfacción, porque tendrá mayor difusión un libro que va a ayudar a muchas madres y niños a alimentarse correctamente y contribuirá a evitar los errores. Como ciudadano, estoy triste porque hay gente que sin leer un libro es capaz de quemarlo, algo que yo he vivido solo en tiempos predemocráticos. De lo único de lo que me arrepiento es de no haber escrito el libro hace 15 años, porque habría hecho mucho bien a madres e hijos.

--Ha dicho que hay casos de desnutrición por una mala gestión de la lactancia materna, ¿ocurren en Castellón?

--En estos últimos meses he tenido que asistir a tres niños ingresados por desmedro, para descartar celiaquía o fibrosis quística. Los tres tomaban leche materna y comprobamos que eran niños sanos, pero cuya ingestión energética era de menos de 30 calorías por kilo, ya que las tomas de pecho estaban impidiendo su correcta alimentación.

--¿Cuál es su recomendación entonces para la lactancia?

--Propugno, también en el libro, la lactancia materna como la primera opción, siempre que la madre quiera y que tenga la suficiente leche. De lo contrario, el niño se desnutrirá inevitablemente, además de sufrir otras patologías.

--¿Es esto diferente de lo que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), de lo que le acusan?

--La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y después, hasta los 24, combinada con otros alimentos. Estoy en desacuerdo con estas tesis, que son del 2002 y muy importantes para otros países en desarrollo, pero no aquí. Un niño de Sierra Leona, si pierde la lactancia de su madre, pierde la vida, algo que no ocurre ni en España, Alemania o Estados Unidos. No tiene nada que ver. H