Ni uno. De los 15.000 estudiantes matriculados este curso en los 31 grados y en los 42 másteres oficiales de la Universitat Jaume I (UJI), ninguno ha optado por pedir un préstamo-matrícula, una opción para financiar los estudios superiores al más puro estilo americano, que lanzó hace un año la Generalitat y que se convierte de esa manera en avalista del crédito ante los bancos. Solo 8 estudiantes, todos de Valencia, han optado por esta línea de financiación, a un interés del 5%, con disposiciones anuales máximas que van desde los 1.700 euros en el caso de los grados y de los 3.000 de los másteres. Lo explica Juan José Queral, gerente de la nueva Fundación para el Fomento de la Educación Superior (FFES) de la Generalitat, con sede en Castellón, encargada de tramitar las peticiones para las cinco universidades públicas valencianas, incluida la Jaume I.

En Cataluña, por contra, se registraron 5.000 solicitudes de préstamos en el primer año de aplicación. La Generalitat anunció que hasta 10.000 estudiantes de la Comunitat podrían acogerse.

El funcionamiento, el mismo que utilizan el 99% de las universidades de Estados Unidos, es sencillo. Los estudiantes pagan el interés del préstamo a partir del primer mes y pueden amortizar el capital hasta cuatro años después de terminar el grado --tres años si se trata de un máster--. El beneficiario debe estar avalado por un tutor y la Generalitat se compromete, a través de la FFES, a pagar hasta el 100% de la deuda total si el estudiante y su primer avalista dejan sin abonar tres cuotas seguidas. El préstamo se ingresa directamente a la universidad donde el alumno cursa los estudios.

El gerente de la Fundación explica que “es una inversión en la propia educación, a largo plazo, como la de una casa, de la que el alumno se beneficia durante su carrera y que va pagando tras la graduación”. “La FFSE crea un depósito de garantía para el banco, a través del Instituto Valenciano de Finanzas que avala el crédito”, explica, aduciendo que “es el método de las grandes universidades” y esperan “que vaya a más cara al curso próximo”.

Al respecto, Queral destaca que “los créditos se han negociado con el BBVA, Banco Sabadell, Caixabank, Grupo Cooperativo Cajamar, Banco Cooperativo Español-Caixes Rurals y Bankia, sobre los 6.000 euros, y ahora se abre una nueva fase para ampliarlo a nuevos bancos y arrancar una campaña de información cara a la matrícula del 2015/16”.

ESTUDIANTES EN CONTRA // La medida no cala entre el estudiantado. El Consell de l’Estudiantat es tajante: “Los estudiantes pasan de estar becados a ser prestados, con los correspondientes intereses de entidades privadas, con un crédito que hipoteca el trabajo tras la universidad, si es que se llega a conseguir, con la alta tasa de paro actual”. “Solo beneficia a la banca --señalan--, en un claro intento de privatizar la educación superior en Castellón”. H