La guerra de las rosas de Vinaròs ha librado una nueva batalla. La última en mover ficha ha sido la exconcejala de Cultura y portavoz municipal del PVI, Maria Dolores Miralles, asegurando que no considera un despilfarro el gasto de 930 euros en rosas para la Feria del Libro del año pasado. Factura que criticó la semana pasada el portavoz del PP, Lluís Gandía, calificándola de “desorbitada”. Un edil del que, precisamente ayer, Miralles mostró una fotografía en la que se le podía ver con una de las polémicas flores en la mano, tras lo que recomendó “que sea más prudente y me llame antes de crear alarmismo y poner en entredicho mi gestión”.

Por su parte, Gandía reconoció que él y el resto de ediles, sí que recibieron una rosa, pero se pregunta “¿a quién regalaron el resto de las 200 que compraron””.

Miralles insistió que la feria es “un referente comarcal en el que participaron 24 instituciones y 37 escritores”. Respecto a las siete rosas deshidratadas que se recogieron días después, Miralles dijo que se trató de un detalle como deferencia para aquellos que colaboraron de forma altruista.

La exedila, en cambio, sí que calificó de “despilfarro” el hecho de que se invitara a alcaldes y representantes de la comarca en la Fiesta del Langostino, una cita que, según sus cálculos, costará entre 15.000 y 20.000 euros. Gandía replicó en este tema que “11.000 de los 15.000 euros eran de la orquesta que contrató el anterior gobierno”. H