Todo peñista está orgulloso de su toro. En tiempos de crisis comprar un ejemplar digno de una plaza de primera como Almassora es un reto al que se enfrentan cada fiesta las peñas taurinas. Los tres primeros astados de la semana taurina en honor a la Mare de Déu del Roser salieron ayer a la Vila ante el jurado más crítico que forma la afición y el corazón encogido de sus patrocinadores.

El Cebada Gago de la ACT, Aficionades Taurines d’Almassora, marcado con el número 6 y el guarismo 8, se tragó su orgullo sobre el asfalto del recinto taurino, por el que lo guiaron los rodadores. La poca arena que pisó Orgulloso fue la de la plaza Mayor tras ser recibido por Richard. A posteriori, el ejemplar dejó detalles rematando en talanqueras y se plantó.

A los componentes de las peñas El Porrat y el All i Oli les delataba la sonrisa tras la aparición de Fregonero. El de la ganadería El Montecillo destacó por una imponente cornamenta y unas buenas hechuras, dejando los mejores momentos ante el tendido de sus patrocinadores con Miguel, al que siguió hasta barrotes.

Borja Gimeno, con la camiseta de El Trasto, recibió al tercero de la tarde del sábado, uno de los ejemplares del encierro de Torres Gallego patrocinado por Aficionats al Bou, tan satisfechos de su patrocinio como de su presidente, que fue homenajeado. El animal tuvo movilidad y respondió a los cites sobre suelo alquitranado.

Cabe señalar que por la mañana se probaron otros tres toros de la carrera: Marqués, que respondió bien sobre la arena y recorrió las calles ante la presencia de una nube de rodadores, así como Emancipado y Fantasmón, que cumplieron durante su prueba. H