Alrededor de medio millar de niños de las escuelas de fútbol base de Burriana y de los Salesianos se quedaron ayer sin poder entrenar como consecuencia del robo de gran parte del cableado eléctrico de las instalaciones deportivas del campo de Llombai, ocurrido en la madrugada del viernes al sábado.

El cambio horario favoreció que a media tarde se marchara la luz natural, lo que ocasionó que ninguno de los dos equipos pudiese entrenar por la falta de energía en las torres de iluminación.

Así, y una vez sabido que los operarios de vía pública tienen previsto concluir los trabajos de reposición del cableado eléctrico este próximo miércoles, los dos clubes optaron por suspender todos los entrenamientos programados para ayer lunes y ni los chavales del fútbol base, ni tampoco ninguno de los equipos amateurs que utiliza las instalaciones, pudieron acudir a ejercitarse.

Cada una de estas agrupaciones de fútbol base tiene a su cargo cerca de 300 fichas de federados, aunque la mitad de ellos entrenan un día y, los restantes, lo hacen al siguiente. Así, a lo largo de la jornada de hoy se decidirá si también se suspenden los entrenamientos de la jornada o si, por el contrario, ya hay un mínimo servicio y pueden retomar estas prácticas.

Ayer, las actuaciones se centraron en la reposición del cableado por las canalizaciones subterráneas. Cuando estas labores hayan finalizado, comenzarán las de las conexiones y la comprobación de que todo está ya en orden.

SEGUNDO ROBO // Cabe recordar que este es el segundo robo que sufren las instalaciones deportivas de Llombai en el plazo aproximado de un mes cuyos daños superan los 20.000 euros. La existencia de cámaras de videovigilancia no fue suficiente para disuadir a los ladrones, motivo por el que el titular de Deportes, Juan Granell, ya ha avanzado que próximamente se van a instalar más cámaras de seguridad en el recinto. H