El primer gol de Adrián López con el Villarreal en la Europa League (donde lleva disputados media docena de partidos) no es uno cualquiera, puesto que acerca a los amarillos a las puertas de la final de Basilea. El 1-0 frente a Liverpool, que deberá defender el jueves en Anfield, vale su peso no en oro, sino en diamantes.

“Era muy importante dejar la portería a cero e intentar ganar, aprovechando que jugábamos en casa, para ir con ventaja allí, que es algo muy bueno”, manifestaba el asturiano, todavía sobre el bien cuidado césped de un Madrigal que iba vaciándose poco a poco, con miles de aficionados groguets que ven más cerca la disputa de sus primera final europea (más allá de la Intertoto) y, en consecuencia, el primer título.

“Allí nos espera un partido dificilísimo, porque el Liverpool es un equipo muy fuerte, con buenos jugadores”, añadía el delantero. “La primera parte [de la eliminatoria] ha ido muy bien, ahora nos falta rematar”, añadía el jugador cedido por el Oporto.

Adrián relevó a Roberto Soldado a poco más de un cuarto de hora del pitido final. Salió con la lección bien aprendida: “El míster me dijo que intentara tener movilidad, para ver si les podíamos pillar en alguna contra”. Además, explicó la acción del gol: “El pase de Bruno ha sido la clave, porque ha dejado solo a Denis, que me ha visto a mí y yo solo he tenido que empujarla”.

PRUDENCIA // Para el que ya se ve en St. Jakob-Park el 18 de mayo, Adrián aludía a la prudencia. “Los equipos ingleses siempre meten mucha intensidad a los partidos, porque son físicamente fuertes. Tenemos una ligera ventaja, pero meter un gol allí nos acercaría mucho al objetivo”, analizaba.

El asturiano ya ve mucho más cerca el que sería su segundo entorchado en esta competición, después del logrado con el Atlético hace ahora cuatro temporadas. Objetivo que ha acercado enormemente con su gol cuando se consumía el segundo de los tres minutos de descuento el árbitro esloveno Damir Skomina. H