Como es normal, el empate en La Magdalena no dejó con buen sabor de boca a Calderé. Más que por el resultado -el punto es bueno para recortar al líder-, por las formas de dejarse empatar: “El partido estaba acabado, pero por inexperiencia se nos queda cara de tontos o de gilipollas porque habría sido una victoria magnífica”. En la misma línea, el técnico incidía en que “nunca” le habían marcado “de esta manera, teniendo el balón. Esto es un juego de listos y hay que saber jugar”.
El entrenador reconocía que el rival se lo hizo “pasar mal en algunos momentos”, pero se queda con la reacción de los suyos en la segunda mitad: “El cambio ha sido radical. Negredo tuvo una clarísima y después Rubén ha marcado el gol de la temporada”.
Para Ramón María Calderé “es una pena que el equipo se vaya con esta sensación de Novelda”, pero se queda con la parte positiva: “Antes estábamos a dos partidos del Atlético Levante y ahora a uno”, aunque el goal averaje a día de hoy es para el filial granota: “Por eso dije el día del Jove Español que faltó ambición, que no motivación. Confío yo más que algún jugador en sí mismo”.
El catalán recordó que en el momento de su llegada “el Castellón era 14º”, pero se queda con lo que viene: “Nuestra obligación es la de subir al equipo y confío mucho en estos futbolistas porque me han dado muestras para ello”. De hecho, desveló que algunos futbolistas “estaban muy tocados y llorando en el vestuario porque son muy buena gente, algunos aún unos críos que tienen que aprender muchísimo”.
Sobre Jon Uriarte, el técnico afirmó que “hay que darle confianza porque no tengo ninguna duda de que hará goles”. H