Sábado, unos minutos después del mediodía. Acaba de terminar el último entrenamiento del Castellón (inicialmente previsto para Castalia, si la lluvia lo permite) antes del encuentro frente al Alzira, en tierras de la Ribera. Ramón María Calderé se encierra en su pequeño cubículo del estadio y confecciona la lista de 16 jugadores que, al día siguiente, se desplazarán al Luis Suñer Picó. Tendrá que dejar a media docena de ellos en casa, horas después de haber tomado una nueva decisión espinosa: el nombre del futbolista que dejará el club para hacer sitio a los recién llegados.

De repente, el tarraconense se encuentra ante una situación peculiar. Adrià Gallego y Víctor Pino han cumplido su sanción; Pablo Carrascosa y Javi Selvas están recuperados tras perderse la victoria frente al La Nucía; y Marc Castells y Rubén Negredo, los flamantes fichajes de la semana, están en condiciones de jugar ya. Por tanto, 22 jugadores, los máximos permitidos en Tercera, a su entera disposición, una circunstancia inédita en las cuatro semanas que lleva al frente del Castellón, en las que el tarraconense ha debido lidiar con bajas por sanción y lesión, con cierta abundancia, además, aun teniendo en cuenta la profundidad de la plantilla, aumentada con las incorporaciones de postín.

temas burocráticos // Para que esto suceda, hay varios flecos por resolver. Nada que no pueda hacerse en los días que restan para el próximo encuentro. Por un lado, la tramitación de las fichas de los flamantes refuerzos, más fácil en el caso del delantero (llega del Lealtad, equipo asturiano del grupo I de Segunda B). Para que el centrocampista pueda jugar desde ya, tiene que llegar el pase internacional desde Grecia, que el club aguarda también en las próximas horas (si bien, en el reciente caso de Pablo Suárez, que venía de jugar en la vecina Chipre, se demoró algo más).

LA ENFERMERÍA // En lo meramente deportivo, hay dos jugadores entre algodones. Uno de ellos, Carrascosa, ya se ha ido incorporando progresivamente a la disciplina del grupo; otra cosa es que Calderé lo convoque, pues el ex del Paterna ha perdido terreno en favor de otros compañeros.

En cuanto a Javi Selvas, también da la sensación de haber dejado atrás los problemas musculares que le han obligado a perderse los últimos dos compromisos.

Más precaución hay con Diego Carrillo, que acusa un fuerte golpe en el gemelo desde el domingo, pero que también dispone de días por delante para no quedar descabalgado, por motivos físicos, de una titularidad que tanto le ha costado alcanzar en la Liga.

¿QUIÉN SE IRÁ? // Con Borja Quirant ya dado de baja federativa para dejar su lugar a uno de los dos fichajes, un nuevo futbolista tendrá que abandonar el club para inscribir al otro. Calderé todavía no ha dicho públicamente quién será, pero lo escogerá, en buena lógica, entre los que menos oportunidades están disfrutando, como Ximo Ballesteros (solo ha jugado esta temporada en la Copa RFEF), Dani Pujol (ha desaparecido de las convocatorias)... En la medida de lo posible, el club buscará una cesión. Un tema delicado en el que el Castellón quiere hilar fino, de ahí la demora en el anuncio público. H