Llaneza no tiene dominio en Twitter. Se maneja justito con su móvil que ya forma parte del museo de la telefonía. Cuando le hablas de Facebook, esboza una sonrisa. Posiblemente sea porque su mejor agenda es una prodigiosa memoria que le permite marcar un número sin echar mano de los contactos del teléfono. Más de lo mismo con Fernando Roig, que riñe a su hijo cada vez que, en una comida oficial, este revisa su correo electrónico en su iphone. El presidente, incluso, se vanagloria de haber aprendido hace poco a leer y mandar sms, después de un cursillo acelerado con su hija Elena como profesora.

Algunos podrían pensar que son anacrónicos. Pero, en el fútbol español, hay pocos dirigentes tan lúcidos como ellos y con una visión del negocio tan particular. Para las nuevas tecnologías, el club cuenta con gente tremendamente capacitada. Federico Alcácer, Hernán Sanz, José Javier Jiménez… no sigo para no dejarme a nadie. Escribo esto con la satisfacción de la victoria en Sevilla, pero lo haría igual si el Villarreal estuviese en descenso, porque su gestión y su modelo no dependen de cuatro resultados negativos.

El Valencia firmó un patrocinio por 1,5 millones por media temporada con una firma china. Alguno pensará que le ha ganado la mano al Villarreal. Lejos de la realidad. El equipo de Roig lleva meses sembrando; el objetivo llegará como consecuencia de un trabajo planificado con inteligencia y sentido común. El Villarreal es el tercer club español con más imagen en China, tras Madrid y Barça. Cuando hay quien da por finiquitada la etapa de gloria del Villarreal sin fundamento, en el gigante asiático la camiseta amarilla es sinónimo de buena gestión de un club y de poseer una de las mejores escuelas de fútbol base del mundo.

Roig es una persona orgullosa de su obra, pero que sabe reflexionar cuando es consciente de que se ha equivocado en algo. Es evidente de que la actual clasificación del Villarreal es consecuencia de algunas decisiones erróneas en temas concretos. En cualquiera caso, nunca se ha perdido el rumbo en la dirección correcta del proyecto. La destitución de Garrido y la remodelación del filial, que ha desencadenado en un equipo con un futuro que auguran lo mejor, junto con decisiones importantes que afectarán a la planificación de los próximos dos o tres años...

Del Villarreal se dicen muchas cosas a la ligera. Se habla de que la jubilación entre comillas de Llaneza ha influido en la marcha del club. Afirmación que proviene, incluso, de gente muy relacionada con el Villarreal y que le hace un flaco favor. Para mí no se puede hablar del Villarreal sin mencionar sul nombre. Afortunadamente, sigue siendo importante en la estructura. No obstante, hace ya tres temporadas que se apartó del día a día de la gestión directa, que ahora recae en Roig Negueroles, un hombre que siempre huye de los focos. Con él al frente, el Villarreal ha estado en Champions y Europa League.

Las bases del futuro pasan por una política de ajuste presupuestario que asegure su estabilidad. El traspaso de Nilmar va en la línea de no rebasar un límite en los sueldos de los jugadores. El club no puede pagar nóminas como las del brasileño. Por eso y por abrir las puertas de mercados como el chino. Si uno mira hacia lo que significa el Villarreal allí, percibe que el club no es que esté vivo, sino que goza de una magnífica salud, al margen de una clasificación coyuntural en la Liga.

La televisión china ha pasado un reportaje del jugador Feng Renliang, que ha pasado 15 días entrenando con el filial: fue visto por 60 millones de espectadores. La web del Villarreal es la única, junto a la del Barcelona, que se puede leer en chino. Hace unos días, Roig comía junto al presidente del Shanghái, uno de los hombres más influyentes de su país. La colaboración entre los dos clubs puede ser muy positiva en el futuro para la entidad amarilla. Dentro de poco, el club abrirá su tienda on line para la venta de productos del Villarreal. Si solamente un 1% de los seguidores del Submarino en el Twitter de aquel país (casi 200.000) deciden comprarse una camiseta, se podría llenar un estadio como El Madrigal con aficionados vestidos de amarillo. La marca Villarreal continúa su expansión y no duden de que, en cuestión de poco tiempo, podrán ver un logotipo de una empresa de China en las camisetas del Villarreal y hasta alguna sorpresa más.

A Llaneza, seguramente, el iphone, el Twitter y el Facebook le suenan a chino. El vicepresidente seguirá marcando de memoria el móvil. Y Roig continuará reñido con los ordenadores, pero en China el Villarreal es una marca de prestigio. H