Clyde Essomba llegó a España con 16 años en busca de un sueño: ser jugador de fútbol. Consiguió salir de Camerún gracias a la Fundación Samuel Etoo, aterrizó en Menorca y de ahí firmó con el Torre Levante. Con el equipo valenciano jugó en el juvenil de División de Honor —que acabó cuarto esa temporada— y alternó con el primer equipo en Preferente, donde coincidió con su ahora compañero Enrique. «Como persona siempre ha sido muy disciplinado y se ha tomado el fútbol muy en serio. Como mediocentro es muy fuerte, abarca mucho campo y será una gran ayuda para los centrales; con Ximo mezclará bien», destaca el defensa.

Tras destacar en el Torre, el Valladolid se hizo con sus servicios, pasando después por el Atlético Ibañés, el Peña Deportiva —con el que se enfrentó al Castellón en la pasada promoción de ascenso— y Rayo Cantabria, equipo del que procede. Ahora tiene claros cuáles son sus objetivos: «Tengo ganas de jugar en Castalia. El año pasado me impactó esa afición y quería disfrutar de ella, quería que estuviera de mi lado».

Sobre su debut en Buñol, donde saltó en la segunda mitad, asegura que las sensaciones fueron inmejorables: «Me vi muy bien, aunque podría haber sido mejor si hubiéramos ganado, pero empatar fuera de casa no está mal».

El Castellón se adelantó en Buñol gracias a una jugada de balón parado y vio cómo los valencianos marcaban su segundo gol también de esta forma. Es por ello que Clyde tiene claro que «la estrategia en Tercera te da muchos puntos, y más en campos pequeños como ese». Por último, sobre su adaptación al vestuario, el mediocentro camerunés, que es internacional sub-17 y sub-20 con su país, contesta lo siguiente: «He venido el último, pero me han acogido bien, es un grupo que es como una familia».

Para ayudar en esa adaptación, Clyde Essomba compartirá piso con tres jugadores del Castellón como son los canteranos Alexis Meva y Jordi Pitarch, así como con su compañero en el primer equipo Joao Vitor. Destacar que el club ya intentó hacerse con sus servicios el pasado verano, pero entonces fue imposible, pues además el Valencia ofreció a coste cero la cesión de Armando, que hizo las maletas el pasado mercado invernal.

Quienes mejor le conocen aseguran que tiene categoría suficiente como para destacar en Segunda B o incluso más arriba. Su caso no es así el único en un grupo de jugadores que están tirando del carro y ya han conseguido encadenar 21 partidos sin conocer la derrota. Para que siga la racha, hay un nuevo pulmón.