El Onda sueña despierto con su regreso a Tercera. Dispone, además, de dos opciones. Una, la de todos los equipos clasificados para los play-off, que otorga tres plazas. La otra, como campeón del grupo I, el que más puntos obtendrá de toda la Comunitat, le puede dar el mismo pasaporte que, el verano pasado, motivó el ascenso del Borriol. Todo fruto de un trabajo que arrancó hace siete temporadas y que está a punto de dar sus resultados.

A falta de dos jornadas para el final de la liga regular, el Onda está al frente de la clasificación, con dos puntos de ventaja respecto a Acero y Roda, los otros dos ya clasificados para la promoción. Si suma al menos cuatro puntos (el sábado en La Serratella frente a l’Alcora y el siguiente fin de semana en Alboraia), será campeón de grupo. Un título que no consigue desde la temporada 92/93.

Un destacado regreso

Hace ya 13 años de la última promoción disputada por el Onda. Entonces, contaba en sus filas con un joven Raúl Caballero. Ahora, más de una década después, el de Badalona, a sus 38 primaveras, ha regresado para poner su granito de arena en el retorno de los azulejeros a una categoría nacional, que perdieron en 2010 y en la que han competido la friolera de 34 temporadas.

Mauro Barea es el artífice de la carrera de fondo del Onda. Lleva siete años en la directiva rojiblanca (seis de ellos como presidente), siempre en constante crecimiento. «Los primeros cuatro años los dedicamos a limpiar deuda y, después, armamos un equipo competitivo», asegura el dirigente a la vez que recuerda el cuarto puesto de las últimas dos ligas.

La economía

Asegura Barea que ya está «haciendo números». «Es pronto para decir donde estaremos el año que viene, pero sí que queremos jugar en Tercera», esgrime. «En todo este tiempo, hemos cumplido con el último de los compromisos económicos», refrenda. Eso sí, el presidente azulejero certifica que siempre contarán «con un equipo competitivo», poniendo como ejemplo al Almazora.

Lo del Onda no es fruto de la casualidad. Barea tira de humildad para restarse mérito: «Soy el menos responsable de este éxito; lo es del equipo de 12 ó 13 personas que componen la directiva». Un respaldo que también cuenta en la localidad: los rojiblancos tienen 500 socios, lo que les ha permitido armar un presupuesto de 85.000 euros, que «engloba la plantilla, el cuerpo técnico, arbitrajes, mutualidad, balones...», matiza el presidente.

Para Barea, otro de los culpables pasa por la figura del entrenador. «Sergi [Escobar] ha sido todo un acierto», dice de un técnico con el que apenas han perdido tres encuentros en 32 jornadas.