A falta de la firma, Gonzalo Rodríguez pondrá fin esta semana a una década como futbolista del Villarreal, club al que llegó en el 2002 --junto a Senna, el jugador más longevo del plantel-- y del que se despide de forma obligada al ser declarado transferible por el club, que instó al central a buscarse nuevo equipo nada más consumarse el descenso.

El San Lorenzo, club en el que se formó y en el que llegó a la albiceleste sub-20, será su nuevo equipo. El viernes se inicia el Clausura y el San Lorenzo ha agilizado las gestiones para que Gonza se incorpore con urgencia. El desembarco en el equipo argentino de Marcelo Tinelli, un conocido showman y magnate del San Lorenzo, ha sido el principal motivo por el que Gonzalo ha retomado unas conversaciones que se rompieron antes del inicio de la pretemporada por la falta de las garantías económicas que pedía el central para su repatriación.

A finales de la pasada semana se reavivó el tema y en pocos días todo ha quedado listo. Primero, el agente del jugador, Toti Iglesias, y los dirigentes del San Lorenzo se pusieron de acuerdo en el nuevo salario de Gonza, muy por debajo de los cerca de 1,4 millones de euros actuales. Solventado el primer, y principal, problema, el acuerdo entre clubs fue sencillo. Según trascendía en Argentina, el San Lorenzo conseguirá el pase a cambio de 450.000 euros. Gonzalo no se irá gratis, pero casi.

En estas últimas semanas, Gonzalo ha intentado convencer al Villarreal para formar parte del plantel que inicie la Liga el 18 de agosto, pero ha sido en vano. Las últimas decisiones de Velázquez, auspiciadas por el club, aceleraron el desenlace. Gonzalo ya no participó en los dos últimos amistosos. Ayer, ni siquiera hizo acto de presencia en el entrenamiento. Su cabeza ya está en su Buenos Aires querido, en su Ciclón de Boedo, en el San Lorenzo. H