Perdió el título el año pasado frente a su compañero Nico Rosberg a causa de sus malas salidas, y Lewis Hamilton no ha hecho los deberes para solucionarlo. Más le vale que estudie y se entrene porque no siempre un coche de seguridad maquillará su deficiencia. Sebastian Vettel le sobrepasó en la arrancada, pero el inglés recuperó su camino hacia el triunfo en el Gran Premio de España con su segundo cambio de ruedas con la carrera neutralizada. En este Mundial tan igualado, entre dos pilotos tan buenos, entre dos escuderías tan portentosas, las carreras se deciden por detalles. Y en España no fue diferente.

«Tengo que ver lo qué ha pasado, porque creo que hice todo lo que tenía que hacer en la salida», se disculpó Hamilton. Pero no fue así. Vettel le adelantó en la primera curva y a Valteri Bottas y Kimi Raikkonen les faltaron pocos metros para hacerlo. El tapón del tricampeón inglés propició un caos por detrás. Bottas tocó a Raikkonen y este a Max Verstappen cuando los tres circulaban en paralelo entre la curva 1 y 2. El Ferrari y el Red Bull acabaron ahí la carrera, y de paso hipotecaron la actuación de los dos españoles. Para evitar la montonera, Fernando Alonso y Carlos Sainz perdieron posiciones que ya no pudieron casi recuperar en carrera con dos coches, el McLaren y el Toro Rosso, con la peor punta de velocidad de toda la parrilla.

LA TRISTEZA DE ALONSO // Sainz se peleó durante la primera parte de la carrera con el Haas de Kevin Magnussen. «Fue lo más divertido. Lo intenté por todos los medios», reconoció el madrileño, que acabó ascendiendo hasta la séptima plaza, «un gran resultado con todos esos problemas y arrancando 12º». Alonso no llegó a la zona de puntos, taponado «por Kvyat tras la segunda parada en box». «Pero me quedo con la gran clasificación del sábado y que, al menos, hemos podido acabar», añadió el español que hoy (18.00 hora española) estará subido en el coche en Indianápolis: «Espero dormir en el avión, pues me han citado a las nueva de la mañana en la pista». Cuando le preguntaron qué se siente cuando te doblan dijo: «¿Cuando me doblan?, llevo frustrado desde hace bastantes años».

Ni con 100 metros más de zona para desplegar el DRS se favorecieron mucho más los adelantamientos, así que la pelea entre Hamilton y Vettel se decidiría en los boxes. En Ferrari mandaron parar al alemán un poco antes de lo previsto para protegerse de un undercut de Hamilton. La jugada sorprendió a Mercedes, que optó, entonces, por cambiar de estrategia y mantener en pista a Hamilton unas vueltas más para montarle los obligatorios neumáticos medios, los más lentos. Vettel salió con algo de tráfico, pero no tardó en adelantar a Ricciardo, aunque Bottas, al que Mercedes le encomendó la labor de tapar a Vettel, sí le entretuvo durante algunas vueltas más.

En esas vueltas, Hamilton recuperó tres segundos sobre Vettel, pero no era suficiente. Lewis y Mercedes necesitaban un golpe de suerte para batir a Vettel y lo encontraron en el abandono de Stoffel Vandoorme. El McLaren del holandés se quedó en mitad de una escapatoria y la carrera se neutralizó con el coche de seguridad virtual. Los mecánicos de Mercedes se prepararon inmediatamente, pero regresaron a box. En el muro del equipo de la estrella se la jugaron al máximo para buscar el cambio de ruedas en la última vuelta de la neutralización. Y así lo hicieron. Hamilton entró con la carrera aún neutralizada --se pierde menos tiempo en el cambio-- mientras que cuando en Ferrari clonaron la maniobra, la carrera fue relanzada.

HAMILTON, LÍDER // El resultado fue que Hamilton volvió a pista emparejado con Vettel. «Fue emocionante, divertido, lo mejor del día», explicó Hamilton. Vettel, que sigue líder del Mundial de pilotos, aguantó in extremis el liderato en la primera curva, pero le tocaba poner en el tercer y último relevo los neumáticos más duros, los más lentos.

«Pude aguantar a Lewis mientras los doblados me daban opción de rebufo. Después fue imposible porque él llevaba los neumáticos blandos», se disculpó el alemán. Hamilton le pasó a final de recta y resopló porque el coche de seguridad y la habilidad de Mercedes dejaron en una anécdota su pifia en la salida.