Después de la jornada de reflexión del martes, en la que el vestuario analizó los últimos acontecimientos en torno a la entidad y a su propia situación, la plantilla y el nuevo cuerpo técnico comenzaron a preparar ayer el próximo partido, en el que el Castellón tratará de exprimir las escasas opciones de ascenso que todavía le restan. El voto unánime es permanecer al margen del caos, del proceso de incertidumbre que rodea a la entidad.

Raúl Rodríguez, uno de los capitanes que todavía no habían manifestado públicamente su opinión, resumió el sentir generalizado de sus compañeros, que optan por arrimar el hombro, pese a que no tienen visos de cobrar a muy corto plazo las dos mensualidades pendientes, descartando, pues, una desbandada.

“Estamos intentando asimilar todo lo que está ocurriendo. Lo único que tenemos claro es que seguiremos trabajando”, introdujo. “Queremos transmitir el mensaje de que hemos venido para jugar a fútbol”, reflejó también el catalán, que agregó: “El futuro es incierto. Nuestro único alivio es venir aquí a entrenarnos”.

Hay otros albinegros que han expresado la misma corriente de opinión a través de las redes sociales. Es el caso de uno de la casa, como Marc Trilles: “Ahora, a pensar en el Catarroja y en sacar los tres puntos, por nosotros y por esos 4.200 socios”. “Somos los que somos, el vestuario unido. Todos juntos para salvar al equipo de nuestro corazón: el Castellón”, prosiguió. Otro canterano recoge el guante: Álex Felip. Así, sobre el partido del sábado, dice que saldrán “al campo como siempre y lo daremos todo para ganar por nosotros y por la afición”. H