En los tiempos que corren, por desgracia, es demasiado habitual ver casos de clubs, en cualquier tipo de deporte, que ofrecen a sus jugadores el oro y el moro en concepto de sueldos y que, después de tenerlos atados, conforme avanza la temporada, comienzan a llegar los impagos. El fútbol sala no está exento de ello, aunque en el norte de la provincia habita una entidad que se ha sacado de la chistera un modelo singular y de lo más ingenioso: el Peñíscola FS Bodegas Dunviro.

Tras su debut en Primera División, el club del Baix Maestrat --no olvidemos que se trata de un proyecto comarcal-- ha logrado mantenerse toda la temporada en zona tranquila e, incluso, en la primera vuelta soñó con disputar la Copa de España, ya que coqueteó en muchas jornadas con los ocho primeros clasificados.

Mérito tiene, y mucho, un Peñíscola FS que cuenta con uno de los presupuestos más bajos de toda la Primera División (alrededor de 320.000 euros) y cuya directiva debe tirar de ingenio para salir a flote en la élite.

La apuesta no es otra que la austeridad y no pasar la barrera de gastar más de lo presupuestado, salvo excepciones. Además, los de la Ciudad en el Mar han conseguido ganarse la fidelidad del jugador pese a ser una entidad que no paga sueldos excesivamente altos, ya que la mayoría no supera los 600 euros al mes y en 10 mensualidades.

¿El secreto? Una política de “mimar al jugador, hacerle partícipe del proyecto y lograr que se sientan como en casa”, como explica el presidente, Juan Vizcarro, una de las dos cabezas visibles de la directiva junto a vicepresidente y secretario general del club, Manuel Sierra, con quienes Mediterráneo estuvo en Peñíscola.

Es por ello que el club, además de los sueldos bajos, ofrece un pago en especie a sus jugadores. “Aquí la vivienda no les cuesta nada, ni luz, ni agua, etc. Y tienen las tres comidas diarias pagadas, por lo que, al final, les compensa”, comenta el presidente.

BUEN AÑO // En la campaña del debut, que está a punto de finalizar, la directiva considera que se ha aprobado con creces. “Consideramos que la temporada ha ido bien. Estamos muy satisfechos. Estuvimos a un partido de entrar en la Copa, con lo que hubiera sido una campaña ideal. El objetivo del club, este primer año, era mantener la categoría, y se ha cumplido”, arguye Vizcarro.

Eso sí, a mitad de campaña hubo una racha de meses sin ganar, que obligó al cambio de entrenador. “En el tema deportivo también nos sentimos contentos. Ricardo Íñiguez hizo una buena labor, ascendió al equipo y cumplió en su periplo en Primera, pero se encadenó una racha de demasiados empates y varios meses sin ganar y, por ello, decidimos hacer un cambio”, explica.

Ahora, con Carlos Sánchez en el banquillo, en un proyecto que se prolongará el próximo ejercicio -le queda un año más de contrato-, los dirigentes están más que ilusionados. “La verdad es que consideramos que hemos acertado incorporando a Carlos, ya que se ve al equipo más conjuntado y ya se está trabajando para la próxima temporada, en la que esperamos confeccionar un equipo mucho más competitivo que en el presente ejercicio”, indica Juan Vizcarro.

ECONOMÍA SANEADA // Una de las premisas del club es tener la economía saneada. “La prioridad cada año es cumplir todos los acuerdos económicos. Creo que somos uno de los pocos equipos que está al día en todo, por lo tanto estamos muy orgullosos del trabajo de la directiva”, señala un mandatario que no esconde que “evidentemente, si tuviéramos más apoyo económico, tanto institucional como privado, podríamos hacer un mejor equipo, fichar algún jugador más importante… Pero sabemos en la situación que está la economía en este país y, por tanto, nos adaptaremos siempre a lo que tengamos”.

Con vistas al próximo ejercicio, a la directiva peñiscolana le gustaría “mantener presupuesto, aunque somos conscientes de que es complicado”. “Esperamos contar con los mismos patrocinadores, de los que esperamos conseguir un poco más de ayuda, puesto que sabemos que han quedado satisfechos”. Así, el club espera “prolongar un año más la vinculación del espónsor principal, Bodegas Dunviro, ya que ambas partes estamos satisfechas”.

VINCULACIÓN CON BENICARLÓ // Otro de los temas que están en el boca a boca en el Baix Maestrat, es la vinculación de la entidad con Benicarló. “Nosotros estamos muy contentos con la ayuda de Benicarló y de sus instituciones, ya que nos dejan el pabellón puesto que, si no, tendríamos que habernos marchado a jugar a Castellón. Los aficionados siguen viniendo a vernos y esperamos que el año que viene, que nos trasladamos a Peñíscola, los amantes al fútbol sala tanto de Benicarló, como del resto de la comarca y de la provincia, sigan estando a nuestro lado”, reconoce.

Curiosamente, el pasado año, el Peñíscola FS tuvo más socios en Segunda División que en el presente ejercicio en Primera, aunque según Vizcarro “el motivo es que el club, el pasado año, se llamaba Benicarló-Peñíscola y este año solo Peñíscola, lo que ha provocado esta disminución de abonados”. “Pero les invitamos a que se reenganchen al proyecto el año próximo en Peñíscola. Ambas poblaciones están muy cerca y queremos que toda la comarca se identifique con el club”, dice.

PROYECTO COMARCAL // Los peñiscolanos reivindican la comarcalidad de su proyecto y así lo hace constar Juan Vizcarro: “Creemos que el cambio de sede no debe ser contratiempo alguno. Al que le guste el fútbol sala, seguirá viniendo. En cualquier capital, llegar a un pabellón te cuesta media hora, mientras que aquí todos lo tienen a 10 minutos”.

“Nos llamamos Peñíscola FS, pero somos un proyecto comarcal. Como somos un club peñiscolano, hemos decidido regresar a nuestra casa, pero la comarca del Baix Maestrat tiene las puertas abiertas. Al que le guste este deporte, estará a nuestro lado; y al que no, que deje de inventarse guerras entre poblaciones, que son irreales y no tienen sentido”, finaliza un presidente que espera que “año tras año, la afición de la comarca se acerque más al Peñíscola como oferta de deporte de élite en el Baix Maestrat”. H