No está el horno para bollos. El Castellón está muy sensibilizado con los arbitrajes y, encima, en plena efervescencia magdalenera, en un partido con tintes dramáticos (deportivamente hablando, claro está), el Comité Técnico de Árbitros, el mismo organismo al que el club ha elevado una queja documentada sobre los errores de este colectivo, envía a Piñeiro Crespo, un trencilla que atesora un historial plagado de polémicas e incidentes.

Castalia fue testigo de uno de sus espectáculos. Fue en diciembre del 2006, en un Castellón-Xerez con victoria casera pese a acabar con el mínimo de jugadores permitidos, después de las expulsiones de Natalio (autor del único gol), Mario Rosas, Baigorri y Mora. Pedro Ríos vio la roja por los gaditanos. “Fue un partido muy limpio, aunque suena a risa”, comentó Pepe Moré, entonces al frente de los albinegros.

El otro precedente con el Castellón también data de la temporada 06/07. Fue un 2-1 en Murcia, previo a la batalla mencionada, que los albinegros perdieron por culpa de otras dos rojas (Zamora y Xavi Moré) y con un penalti discutido, uno de los tres que hubo en ese partido. Estuvo solo aquella temporada, pues descendió por la vía rápida. Normal, teniendo en cuenta shows como éste...

Si uno hace una rápida consulta en internet, descubrirá los muchos líos que ha montado este asturiano que, precisamente, ha vuelto este verano a la categoría de plata (seguro que sus paisanos Díaz Vega y Mejuto González tienen mucho que ver en este padrinazgo). Empecemos por sus estadísticas: una victoria foránea y seis locales en 14 encuentros (es decir, hasta siete empates), con una media de 8,64 tarjetas por partido, la más alta de Segunda A (56 para los locales, 65 para los visitantes). Además, ha señalado cinco penas máximas (cuatro y una, respectivamente).

Ingeniero industrial ovetense de 34 años, esgrime que ser árbitro “es una forma de ser”. “Lo soy dentro y fuera del terreno de juego”, apuntilla también.

ESCÁNDALO EN vigo // Aún se recuerda la que montó, en octubre pasado, en Balaídos, en un Celta-Albacete, con un acta que para nada correspondió con lo recogido por las cámaras de televisión. Hubo jaleo al término del partido, ya en el túnel de vestuarios, pero Piñeiro Crespo equivocó al causante de una agresión, involucrando al inocente Catalá. De nada valieron las pruebas: el central del equipo vigués tuvo que purgar los errores del asturiano con hasta cuatro partidos de sanción. H