En un día en el que cayeron tres tenistas españoles en el Abierto de Estados Unidos, la excepción ha sido Roberto Bautista, el más joven de todos ellos, que se impuso al francés Adrian Mannarino y aprovechó la interrupción del juego por la tormenta para reorientar su juego.

"El parón de la lluvia me ha sentado bien, pude ver lo que estaba haciendo bien y lo que no y resetearme", explicó al término del partido en una rueda de prensa, tras pasar a la cuarta ronda donde le espera un hueso duro de roer: el suizo Roger Federer.

El jugador de 26 años, se impuso en tres sets al zurdo Mannarino, comenzando ajustado con un 7-5, pero dominando luego ampliamente con un 6-2 y 6-3.

"Al principio me ha pillado un poco 'grogui' su saque zurdo. Hasta que he pillado el 'timing' y esa ha sido la clave para desgastarle. Es un jugador que si está fino te hace correr mucho", aseguró, aunque dijo haber conseguido "llevar el ritmo del partido".

Bautista (19º del mundo) es el único que encaminado bien una jornada meteorológicamente muy dura, que se ha llevado consigo a David Ferrer y Feliciano López, quienes han reconocido sus altas pulsaciones a causa del calor y la humedad, así como a Marcel Granollers.

El jugador, nacido en Castellón en 1988, se une así a Tommy Robredo como esperanza española en este torneo de 'Grand Slam' y continúa así su ascenso en el tenis internacional.