3LO DE SEVILLA fue un espejismo. El Villarreal vuelve a ser el de siempre, el que cada vez que jugaba de visitante era una víctima propiciatoria. El equipo plano y distraído, falto de ambición y descastado. Lo de ayer es más grave porque, con el resultado en la mano, dilapidó la victoria ante un virtual equipo de 2ª A.

3EL AMBIENTE frío y desangelado se trasladó al campo en el inicio. Jugadas superficiales hasta que Camuñas, Nilmar y Martinuccio cocinaron el plato preferido del Villarreal. Una jugada combinativa en la corona del área, con paredes cortas y rápidas, que desarbolaron el sistema defensivo local.

3AÚN era pronto pero el partido ya estaba para darle la puntilla. Pese a las muchas interrupciones, los de Molina tuvieron pasajes de lucidez, y cada aproximación al área rival era síntoma de peligro. El Zaragoza, sin volantes con vocación defensiva, se veía a remolque de los acontecimientos.

3MARTINUCCIO se mostraba constantemente, Jaume Costa borraba a Lafita y jugaba el balón con criterio, la defensa cumplía. Sin bordarlo, el centro del campo era más que el del oponente, pero no se machacaba arriba. Nilmar ofrecía buenos movimientos, pero fracasa en esa zona donde un goleador se muestra intachable.

3ERA CASI obligado marcar el 0-2, y no se hizo. Los locales apenas crearon peligros serios, tan solo hay que reseñar algunas incorporaciones por sus bandas de los laterales Álvarez y Obradovic que nunca acabaron de encontrar los rematadores adecuados.

3PERO TODO cambió en el entretiempo. El Zaragoza jugó la segunda parte como si fuera una final, y el Villarreal la jugó como si fuera un partido más. No salió bien, no generó fútbol como para gobernar el partido y, poco a poco, fue reculando y cedió la iniciativa al adversario, que fue claramente invitado a crecerse.

3CUANDO el Submarino no encuentra su tono y descuida la actitud se convierte en un conjunto insulso, vulgar. Los cambios de Molina restaron más que sumaron. Retiró pronto a Martinuccio y dejó a un hombre en ataque, y sin embargo el Villarreal no tuvo control. Jiménez sacó un delantero y retiró un defensa. ¿Recuerdan los cambios de Garrido y Mendilibar en el Reyno de Navarra?

3ALGUNA oportunidad suelta se perdió por recrearse en la preparación del último pase. Mediado el segundo acto, el partido ya se dirimía más en lo emotivo que en lo futbolístico, y ahí llevaba las de perder el visitante, y el tercer cambio de Molina fue letal.

3MARCHENA cometió una falta absurda en un lateral, con el rival de espaldas y emboscado. De ahí vino el empate. Se habían defendido bien las jugadas a balón parado pero en esta se descuidó la zona de rechace. Entonces se quiso recuperar el tiempo perdido, pero los amarillos se quitaron las legañas demasiado tarde.

3OTRO MANO A MANO de Borja Valero ante Roberto fue el preludio de la tragedia, porque el segundo gol local llegó ya sin tiempo para la reacción. Era el castigo a la falta de definición del primer tiempo y al pésimo segundo tiempo que ofreció el Villarreal, que no dejó pasar otra buena ocasión de perder una buena oportunidad. H