Vuelve el fútbol. La pasión, la eclosión de sentimientos, la disparidad con el entrenador de turno por la alineación, el enfado con los árbitros, la cerveza y la tertulia prepartido, la lectura de Mediterráneo con el café del desayuno y la disparidad con las puntuaciones a los jugadores... es la salsa del fútbol. La verdad es que lo echábamos de menos. Seguimos siendo la mejor Liga del mundo porque tenemos una cantera inagotable. En otras cuestiones no estamos a la altura, pero sí confío en el camino de mejorar.

Por ejemplo, espero que exista pronto una ley del Deporte de rango superior y que otorgue al fútbol un matiz diferencial del resto de empresas, para que no vuelvan a repetirse casos como el del Murcia. Y a la vez, también espero que no solo paguen con el descenso los modestos los incumplimientos económicos, y el control financiero sea efectivo para todos. Nunca olvidaré lo que hicieron con el CD Castellón, chivo expiatorio por 300.000 euros. Y aún hay quien se queja de que haya cobrado 660.000 euros de Aeroport.

Igual que continúo reclamando un reparto mas igualitario de los derechos de televisión, que debe ser regulado por el Gobierno. Ahora a nuestro campeonato lo llamaría la Liga de las Estrellas geolocalizadas en Madrid y Barcelona.

Por suerte, ambos siguen derrochando dinero con poco criterio. Florentino colecciona figuras de belén sin importarle aquello del equilibrio táctico, y el Barça continúa sin poner remedio a sus agujeros defensivos con una política de fichajes que parece hecha por su eterno rival. Y luego está el milagro del Atlético, aunque también con una deuda inadmisible, pero que cobijado en el efecto Simeone sigue plantando cara.

En el siguiente escalón, Sevilla, con una gran plantilla, y el millonario Valencia, el club al que los bancos le conceden cadencia de pagos, mientras a un pobre ciudadano le quitan el piso por no poder pagar sus 500 euros de cuota de hipoteca, además de contar con dos estadios en plantilla. No olvido al Athletic, uno de los grandes. El Villarreal deberá pelear, al lado de la Real, para renovar su pasaporte europeo en inferioridad de recursos económicos. La suerte es que el fútbol sigue siendo un deporte de equipo y Marcelino ha armado un bloque sólido. El Villarreal también cuenta con sus estrellas, porque yo considero como tales a Musacchio, Bruno, Cani y Gio dos Santos y podría añadir a Mario Gaspar. Les cuento un confidencial sobre el de Novelda. El Tata Martino tenía en su agenda al lateral derecho y a Musacchio, que pronto volverá a la albiceleste. Y espero mucho de Vietto. La pena es que Cheryshev es cedido y no existe opción de compra, porque es un pedazo de futbolista.

Y para que no todo sea de color de rosa, en mi opinión, a este Villarreal le vendría de perlas un refuerzo en el lateral izquierdo para estimular la competencia con Jaume Costa. Se intentó pero no se pudo concretar. Es posible que también un hombre más específico de banda para la medular, aunque Vietto también podría jugar en esa posición. No vendría mal un ‘9’ con más dominio del juego aéreo para desatascar partidos. El plazo se cierra el 1 de septiembre, pero salvo sorpresas, la plantilla está cerrada. Con todo, el Villarreal va a competir y dar alegrías en la Liga de las Estrellas geolocalizadas. Y todo con los abonos más baratos de la Liga. Solo acudiendo a los dos primeros partidos del Madrigal, contra Barça y Madrid, el abono está casi amortizado. Poco a poco los 20.000 socios caerán. H