Se aceleran los movimientos en el partido ‘Los Republicanos’ para buscar una alternativa a la candidatura de François Fillon, debilitado por el escándalo de los empleos ficticios de su mujer e hijos y aislado por su propia familia política. Una alternativa que no será Alain Juppé, que acaba de anunciar en una comparecencia de prensa que no será candidato en lugar de Fillon. "Confirmo, de una vez por todas, que no seré candidato a las pesidenciales", ha afirmado.

El expresidente Nicolas Sarkozy ha propuesto este lunes reunirse con Fillon y Alain Juppé -el alcalde de Burdeos que se perfila desde el inicio de la crisis como ‘plan B’- para encontrar una salida “digna y creíble a una situación que no puede durar más y que crea una profunda preocupación en los franceses”.

“Frente a la gravedad de la situación de la derecha y del centro, tenemos el deber de hacer todo lo posible para preservar la unidad, que es la condición de la alternancia. Nuestra división le hará el juego a la extrema derecha”, indica el ex presidente francés en un comunicado.

DOS CONDICIONES

Según su entorno, Juppé ha puesto dos condiciones para ser candidato. La primera, contar con el apoyo unánime del partido y la segunda, que Fillon renuncie a seguir en la carrera al Elíseo, condición que, de momento, no se cumple. Fillon dijo este domingo que no se retiraría. “Nadie puede impedirme ser candidato”, señaló en France 2.

El exprimer ministro de 63 años, a punto de ser imputado por malversación de fondos, se agarra al apoyo de las bases y de los millones de militantes que le plebiscitaron con casi un 70% de los votos en las primarias del partido. Muchos de ellos le arroparon este domingo durante una manifestación en la plaza de Trocadero de París.