Veinticuatro años después, la izquierda vuelve a tener en su mano el gobierno municipal de Castellón. El Partido Popular de Alfonso Bataller ganó ayer las elecciones en la capital pero la debacle fue de tal magnitud que no solo cayeron de 15 a 8 escaños (25,94% de votos) sino que dejaron el ejecutivo en manos de un posible tripartito --PSPV, Compromís y Castelló en Moviment--.
De hecho, ni siquiera lograron escaño el diputado provincial Vicent Sales --uno de los puntales del equipo de Bataller-- o la histórica concejala Marisa Ribes, que permanecía en el consistorio desde el año 1991.
Por su parte los socialistas de Amparo Marco se dejaron en el camino 3 de sus 9 concejales al cosechar solo el 21,02% de los votos pero, en cambio, tienen la opción de la alcaldía si su candidata es hábil en la inminente y nada sencilla negociación con Enric Nomdedéu y Xavi del Señor, sus dos potenciales aliados.
El evidente paso atrás del bipartidismo en la capital provocó la extraordinaria irrupción de Ciudadanos, tal como barruntaban las encuestas, y se aupó como tercera fuerza con 6 concejales (15,01%), aunque a priori sin posibilidad de tocar el gobierno municipal a través de pactos. Cristina Gabarda, que fue designada como candidata in extremis a finales de marzo, se beneficia de la tendencia alcista de voto de su formación en el plano general.
Compromís, que ya logró hace cuatro años el mejor resultado electoral de su historia, volvió a batir su propia marca y alcanzó 4 concejales y el 13,93% de votos. Nomdedéu y Brancal conformarán un potente grupo municipal con Enric Porcar y Verònica Ruiz.
El otro gran bombazo lo logró la agrupación electoral Castelló en Moviment --integrada por exmilitantes de EU como Del Señor y miembros de colectivos sociales como el Casal Popular o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca--, que logró 4 ediles (13,06%), los mismos que Compromís pero con algo menos de apoyo. La formación avalada por Podemos será también clave de gobierno.
Además del PP, la otra gran derrotada de la noche fue Esquerra Unida, que perdió el escaño de Carmen Carreras cuatro años después de que lograra recuperarlo. La candidatura que encabezaba Andrés Martínez se quedó en el 3,69% de los sufragios. H
