La Inspección Provincial de Trabajo en Castellón ha aflorado durante el primer trimestre del 2015 casi 450 empleos irregulares en la provincia. En concreto, a través de los controles sorpresa, se ha conseguido regularizar la situación de 448 trabajadores, que han pasado a estar dados de alta en la Seguridad Social o bien han mejorado sus condiciones al cumplir de manera efectiva la jornada laboral que verdaderamente se establecía en su contrato.

La cifra de casos que se ha conseguido normalizar es un 8% superior a la del mismo periodo del ejercicio del 2014, cuando los inspectores consiguieron emerger 425 altas de empleados que estaban ocultos para el fisco, con todas las consecuencias de omisión de impuestos y de menoscabo de los derechos laborales.

RECAUDACIÓN // Como resultado del fraude laboral detectado de enero a marzo en Castellón, desde el departamento que dirige la jefa de la Inspección Provincial de Trabajo, Pilar Fuentes, informaron de que, además de la normalización, se ha obtenido una recaudación por valor de 3.207.292,97 € solo en tres meses.

Para los sindicatos de Castellón, pese a los esfuerzos, “lamentablemente, los datos de la economía sumergida van a más”, debido a la precariedad del empleo. Y es que si antes de la crisis había sectores de economía sumergida en muchos oficios de autónomos vinculados a mantenimiento y reformas del hogar, o en la hostelería; la casuística se ha diversificado. Con el avance de la crisis económica, iniciada en el 2007, se habían hecho cada vez más frecuente casos de parados que tenían un trabajo oculto al fisco mientras cobraban al mismo tiempo la prestación por no poder llegar a fin de mes con ella.

Actualmente, según apunta el secretario general de UGT en Castellón, Tino Calero, “de los afiliados a la Seguridad Social hay cada vez más que tienen un empleo temporal y a tiempo parcial, a veces por horas. Muchos están dados de alta con un contrato precario y buscan complementar el salario con otro trabajo complementario que no se ha declarado”, para con la suma de los dos tener un sueldo digno.

Al respecto, Calero añadió que han ido in crescendo en la provincia los casos de “uso fraudulento de contratos a tiempo parcial, en los que se trabaja en realidad a jornada completa y solo se cotiza por la mitad”, por lo que ahí también hay un trabajo irregular que evade el control fiscal.

En la misma línea, el delegado de CCOO en Castellón, Manel Nieto, alertó de que en estos casos la víctima es el empleado. “No se puede cargar las tintas contra quienes les instan a trabajar por más horas de las que figuran en su contrato. A la persona le gustaría que le cotizasen toda la jornada, pero las empresas se valen de atemorizar con las colas del paro. Si no lo coges, hay otro esperando”, manifestó Nieto.

“Y no solo las empresas. Nos ha llegado el caso de una subcontrata de la Administración Pública con una persona fichada para dos horas que en realidad trabaja 16 al día”, alertó preocupado el portavoz sindical de CCOO. También Calero, de UGT, puso como ejemplo “casos en los que la Inspección aflora contratos de tres horas en las que en realidad se está ocho en el puesto”.

SOLO SE SALVA INDUSTRIA // De este modo, el fraude laboral está sumando puntos en Castellón de la mano de la precariedad. ¿Dónde se da más esta situación? Para Nieto, está claro, “se da ya en prácticamente todos los sectores, y como prueba la última campaña de cítricos. Donde menos se da es en la industria”. En opinión de Calero, la problemática del trabajo sumergido se da más “en general en el sector servicios, y son más propensas actividades como hostelería y comercio, con remuneraciones además bajas, por empleos estacionales”. También se da en microempresas de servicios, “que además son muy pocos y no cuentan con una organización sindical que vele por sus derechos. Solo una inspección puede verificar condiciones”. H