Continúa la suma de datos positivos para la economía española. Esta vez, el índice del segundo trimestre del año señala un crecimiento del 1% y un interanual del 3,1%. En resumen, los mejores datos desde el 2008, al comienzo de la crisis. Son ya ocho trimestres de crecimiento continuado. Hace una semana se conocían los datos de empleo (EPA) del mismo periodo, que indicaban la realización de 411.000 nuevos contratos. En otras ocasiones hemos señalado la diferencia que existe entre cantidad y calidad del empleo, pese a lo cual se constata que el motor del crecimiento es el consumo interno y no la actividad exportadora.

Son datos buenos para el Gobierno. Sin embargo, hay que aparcar la euforia. Los pronósticos del Banco de España indican que, pese a seguir creciendo, en la segunda mitad del año y en el 2016 habrá una ligera desaceleración ya que los efectos externos que nos favorecen, como el bajo precio del petróleo y un euro depreciado, no son estables. Hay que celebrar todos los datos de coyuntura favorables, pese a que la bonanza no alcance todavía a los cinco millones de parados. Y hay que recordar que lo importante es salir de la crisis con mejor empleo y una economía que no tenga los defectos del anterior modelo. Y de eso, aún estamos lejos.