Hace apenas dos días, de madrugada, recibía la llamada de un concejal. Dos agentes de la Policía Local habían sido agredidos al tratar de identificar a dos manteros con la voluntad de hacer cumplir las ordenanzass, evitar la venta fraudulenta, preservar los derechos de los consumidores y defender la legalidad del comercio local.

El resultado de la identificación: dos agentes de policía hospitalizados, uno de ellos con traumatismos graves en el cráneo; el otro, contusiones en el tórax con varias costillas afectadas y un brazo malherido. Los agresores, uno se dio a la fuga gracias a la colaboración de un vehículo que le facilitó la escapada; el segundo agresor, tras ser detenido, ya está en la calle. Helaba la sangre la profesionalidad con la que afrontaban los dos agentes su agresión y la asumían como parte de su tarea con voluntad de servicio público. No vamos a dejarles solos.

Guardia Civil y Delegación del Gobierno tomarán cartas en el asunto y un servidor no va a dejar de insistir para que así sea. Entre todos, debemos concienciar sobre la necesidad de considerar esta actividad no como un acto de caridad con un colectivo vulnerable, sino como una contribución al enriquecimiento de la mafia que controla el entramado de la venta fraudulenta.

Con el fraude, tolerancia cero; con la violencia, tolerancia cero; a nuestros agentes que afrontan con profesionalidad, honor y voluntad de servicio su tarea, un diez. H

*Alcalde de Peñíscola